Todos los recursos que se destinen a la educación, nunca será suficientes, pues justamente allí anida el futuro de los pueblos. Y con mucha mayor razón este concepto tan difundido es válido en nuestro país, donde desde hace mucho tiempo, seguramente demasiado, la educación está en una pendiente cuyo deslizamiento no encuentra punto de detención. Y no precisamente por falta de recursos, ya que los hubo como nunca en las asignaciones del presupuesto, pero con destino incierto, pues a pesar de ello la educación en general continuó en el aludido tobogán.
Sólo días atrás murió Juan Carlos Tedesco, licenciado en Educación, profesor universitario, funcionario de la UNESCO, de la Oficina Internacional en Ginebra y también ministro del área en la Argentina, investigador de prestigiosa trayectoria, habiendo recibido un amplio reconocimiento al momento de la postrer despedida. Justamente él fue autor de "Pilares de la educación del futuro", donde decía que "la dinámica de la llamada "sociedad del conocimiento" o "sociedad de la información" también se refleja necesariamente en el campo educativo. Los cambios profundos en la economía, la sociedad y el conocimiento crean un nuevo contexto en el que la educación se afronta a nuevos retos. El primer reto, que se resume en el postulado aprender a aprender, hace referencia a los desafíos educativos desde el punto de vista del desarrollo cognitivo. En una época en la que la información y el conocimiento han adquirido una relevancia capital, ya no se puede confinar la educación a una sola etapa de la vida, sino que es necesario que se convierta en un elemento siempre presente. Asimismo, es necesario replantear la tarea educativa como mero instrumento de transmisión de información y priorizar el proceso de aprendizaje. El segundo reto, aprender a vivir juntos, comprende los desafíos relativos a la consecución de un orden social en el que podamos vivir cohesionados pero manteniendo nuestra identidad como diferentes. La educación tiene que actuar como contrapeso del nuevo capitalismo, que comporta diferencias sociales cada vez más acentuadas, y la globalización, que rompe los compromisos locales y las formas habituales de solidaridad y cohesión".
La explicación, que tomamos prestada como forma de síntesis del valor de la educación, es oportuna para referir la posibilidad en vías de concreción de poder contar con otros dos nuevos establecimientos educativos en Rafaela, pues aun cuando se cuenta con 43 jardines de infantes, 31 escuelas primarias, 16 secundarias y 9 terciarias/universitarias, siempre son necesarias nuevas instalaciones de estas características para aspirar a dar la suficiente cobertura educativa a una población escolar siempre en expansión.
Estos dos nuevos establecimientos, en ambos casos estarán destinados para inicial, primaria y secundaria, con lo cual de acuerdo al criterio empleado se proporcionará a estas nuevas instalaciones un aprovechamiento más integral y abarcativo. Una de las escuelas en cuestión ya tiene fijada su ubicación en el sector sur de la ciudad -en el denominado loteo Boidi-, y se viene gestionando desde hace tiempo ante el gobierno provincial, en tanto que la restante todavía no cuenta con un lugar determinado de ubicación, siendo posible sea hacia el costado oeste de la ruta nacional 34, o bien como otra instancia, en el barrio Mora, contemplando un sector en el que se vienen habilitando loteos que requerirán en un futuro cercano la presencia de instituciones educativas.
Serán entonces dos nuevos edificios de mucha importancia para albergar a cientos de escolares que necesitan de esta clase de ofrecimientos en los dos aludidos sectores de la ciudad, similares en características y funcionalidad a la escuela en el barrio San José, que tanto costó llegar a concluir pero que hoy presta un excelente servicio.
Volvemos al comienzo, los recursos y obras que se destinan para la educación tienen el enorme valor de afianzar las bases del futuro, en especial en un mundo cada vez más exigente, donde los empleos dentro de algunos años, aún son desconocidos en los actuales planes de estudio. Muy claro hacia donde apunta el futuro.