NUEVA YORK, 13 (AFP-NA). - Dos edificios residenciales se
derrumbaron el miércoles en el norte de Manhattan tras una
explosión provocada por una fuga de gas, dejando al menos dos
muertos y 63 heridos, incluyendo niños, y momentos de pánico en el
barrio latino de Harlem.
El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, describió el hecho
como "una tragedia de la peor clase", explicando que la policía y
los bomberos buscaban aún a un número no determinado de personas.
La fuerte explosión se produjo en la intersección de la avenida
Park y la calle 116, en el East Harlem en Nueva York, donde
testigos describieron a la AFP un estremecimiento como si se
hubiera tratado de un terremoto que recordó a algunos el horror de
los atentados del 11 de septiembre de 2001.
De Blasio señaló que un escape de gas fue el responsable de la
explosión, de acuerdo con los primeros resultados de la
investigación.
"Aproximadamente a las 09H30 de hoy (13H30 GMT) hubo una gran
explosión que destruyó dos edificios, la explosión fue causada por
una fuga de gas", dijo.
Un edificio tenía nueve apartamentos y el otro seis, precisó el
alcalde en una conferencia de prensa cerca del lugar, en pleno
Spanish Harlem, un histórico barrio de Manhattan de mayoría
latina.
Dos mujeres murieron y 63 personas heridas fueron atendidas en
hospitales de la zona, según un balance de la AFP a través de
información recogida en diferentes nosocomios.
"Recibimos 22 heridos, de los cuales 19 han sido dados de alta,
entre ellos tres niños. De las tres personas que siguen
hospitalizadas, una se encuentra en condición crítica pero
estable, y dos aún están siendo evaluadas", afirmó a la AFP un
vocero del Hospital Mount Sinai.
Otras 30 personas fueron atendidas "por heridas diversas" en
los hospitales públicos de Harlem y Metropolitano, según la cuenta
Twitter de la Corporación de Hospitales y Salud de la ciudad de
Nueva York.
Además, el hospital Presbiteriano de Manhattan "recibió once
pacientes vinculados con el incendio de edificios en el East
Harlem", de acuerdo con un comunicado de ese establecimiento. Una
persona fue dada de alta y diez seguían internadas.
Un portavoz de la empresa de energía Con Edison, Bob McGee,
dijo a la televisora local NY 1 que la firma recibió una llamada
desde un edificio alertando de una posible fuga de gas a las 09H13
locales (13H13 GMT), poco antes de la explosión. Residentes de la
zona también dijeron haber percibido olor a gas.
Un vocero policial explicó a la AFP que la primera llamada de
emergencia fue recibida a las 09H34 locales (13H34 GMT). Según las
autoridades, no hubo tiempo de prevenir el desastre.
"No hubo aviso a tiempo para salvar gente", señaló en ese
sentido De Blasio.
El departamento de bomberos informó de su lado que unas 44
unidades y 168 efectivos acudieron al lugar de la explosión. Horas
después de la explosión una gran columna de humo blanco continuaba
elevándose hacia el cielo.
Los servicios de trenes Metro-North desde y hacia la terminal
Grand Central de Manhattan fueron suspendidos por el incidente,
que se produjo cerca de las vías férreas, y recién se reanudaron
varias horas después.
El alcalde De Blasio fue muy medido a la hora de referirse a
las personas desaparecidas, explicando que quizás podrían
simplemente estar en otro lugar.
La ciudad de Nueva York es muy sensible a este tipo de
explosiones desde los atentados del 11 de septiembre de 2001
contra las Torres Gemelas del World Trade Center que dejaron 3.000
muertos.