Por Susana Merke

Con la llegada del invierno, Edgardo Peretti, escritor y periodista rafaelino, nos sorprende con una reciente novela editada por MAP Contenidos. La impecable presentación invita a una lectura urgente para descubrir qué nos va a contar este nuevo protagonista de la amplia biblioteca que ya ha construido con sus insólitos personajes.

La primera cita llama profundamente la atención cuando el autor dice: “La vida es demasiado hermosa para contarla tal como es”. Imposible no quedarse pensando en esas simples palabras que nos invitan a reflexionar el profundo sentido que guardan, quizás, la expresión debería ser el nombre de una novela o un cuento con todo lo que ella implica.

De pronto, ingresamos al primer capítulo con una frase que nos conmueve, y allí nos detenemos porque no cualquiera se atreve a enfrentar semejante propuesta: “¿No tenés ganas de morirte?” y la respuesta no tarda en aparecer en cada lector… y sí, creo que a todos se nos cruza o cruzó alguna vez semejante invitación… Considero que el secreto que guarda la réplica es poder decidir cómo y cuándo, o tal vez si como seres humanos tenemos derecho a tomar esa decisión o sencillamente esperar la hora asignada.

La novela invita a hacer realidad el juego de que la “leyenda” citada en el texto se contó a lo largo de siglos y llegó a oídos de personas que la estaban deseando y esperando. Distintas situaciones y personajes ubicados en un contexto simple y familiar nos llevan a recorrer historias de vida junto a distintas situaciones sociales y políticas, que nos trasladan a tiempos fundamentales de nuestra historia. En ese marco determinado por un día, hora y lugar precisos se van a concretar los hechos tan esperados, mientras el autor con un lenguaje sencillo y cotidiano nos permite recorrer la vida de ciertas personas y barrios para terminar enfrentándonos con una verdad que no sospechamos o una realidad lejos del alcance de nuestras vidas.

La cuestión que nos interpela es intentar saber si corremos la misma suerte del Gringo López y su amigo Tognetti. Realidad y ficción forman parte de idéntico plano, donde el lector atento podrá discernir lo que Peretti quiere contar.

La lectura propuesta es atractiva y una vez finalizada, un mundo de interrogantes se abre para que cada uno decida si acepta la invitación o no. El tono de parodia nos sumerge en ámbitos insospechados, aunque la “Leyenda de la promesa de una eternidad certera” recorre ámbitos de la vida cotidiana y de personajes frecuentes.

El Gringo López representa en lo más íntimo todo lo que no nos atrevemos a experimentar para romper lo establecido como ley suprema. Es uno y es todos.

*Profesora en Letras UNL