CARACAS, 18 (AFP-NA). - La oposición venezolana se
movilizó este sábado en Caracas, con menos fuerza que en semanas
anteriores, en lo que denominó "gran marcha de la fe".
Tras dos meses y medio de protestas que dejan 73 muertos, unas
2.000 personas se reunieron en una importante avenida del este de
la capital para pedir "por la paz" en el país, afectado por una
fuerte tensión política y graves problemas económicos.
Varias mujeres caminaban con cruces de flores de colores; otras
sostenían rosarios o carteles con letras que formaban la frase:
"Basta de división, queremos lo mismo".
Los opositores, que exigen elecciones generales para la salida
anticipada del presidente socialista Nicolás Maduro, realizaron
oraciones de distintas religiones pidiendo la unión de los
venezolanos y el cese de la "represión".
"En Venezuela hay todo tipo de creencias que pueden funcionar
juntas (...). Venezuela unida puede combatir la oscuridad. Puede
haber algo de cansancio y miedo, pero la represión debe traernos a
la calle a demostrar que somos más", dijo a la AFP Carolina
Figueredo, abogada de 53 años.
"Estamos aquí para que cese esta represión, esta situación tan
crítica que vivimos hace 80 días (...). Que juntos todos oremos
para salir de esta situación", indicó a su vez Karina, abogada de
32 años.
Los adversarios de Maduro también rechazan una Asamblea
Constituyente convocada por el mandatario, cuyos integrantes serán
elegidos el próximo 30 de julio, por considerar que con ella sólo
busca perpetuarse en el poder.
Freddy Guevara, vicepresidente del Parlamento de mayoría
opositora, admitió que las manifestaciones han perdido fuerza en
los últimos días, pero confió en que al anunciar al país un "nuevo
plan de protestas para impedir la Constituyente" retomarán fuerza.
"No tengo dudas de que cuando lo anunciemos (...) todo el país
se unificará en una gran jornada de protesta que no parará hasta
lograr la libertad", dijo a la AFP, y anunció una marcha hasta el
poder electoral el lunes.
Las manifestaciones que iniciaron el 1 de abril también dejan
más de un millar de heridos, según la Fiscalía, y cerca de 3.200
detenidos, de acuerdo con la ONG Foro Penal.
Gobierno y oposición se responsabilizan mutuamente de la
violencia.