Las relaciones bilaterales entre la Argentina y Brasil son muy importantes para ambos, y en especial para nosotros, pues aún cuando los brasileños vienen en una fuerte pendiente descendente desde hace tiempo -aún más pronunciada que la nuestra-, nuestra dependencia es muy alta, al punto que en buena medida nuestra recuperación va ligada estrechamente con la de Brasil, que no logra tampoco despegar, siendo los datos conocidos en tal sentido realmente lapidarios. Es que en 2016 registró una caída de 3,6%, lo cual ocurre por segundo año consecutivo, y además, con una degradación del consumo familiar de 4,2 por ciento.
Pero eso no es todo, pues los datos oficiales sobre la economía brasileña conocidos días atrás dan cuenta además que el desempleo subió a 12,6%, afectando a casi 13 millones de personas, que se contrajo la inversión, y que todos los indicadores confluyen en el embudo de la crisis, dejando cada vez más firme la posibilidad de una lejana recuperación.
Esta mezcla de estancamiento y retroceso es muy negativa para nosotros, pues de ese modo queda signado al comercio bilateral entre ambos países, el cual podría crecer este año un más que módico 0,5% de acuerdo con todas las estimaciones de analistas privados de ambos países.
En general, todos indican que la crisis política desatada por Odebrecht, que aún tiene final abierto -no sólo para legisladores y funcionarios sino para el propio presidente Michel Temer-, por lo cual su impacto negativo sobre la actividad económica es fundamental, y por efecto colateral impacta también sobre la Argentina.
Incluso Brasil es uno de los destinos clave de las exportaciones de Rafaela, cuyas estadísticas elabora anualmente la Cámara de Comercio Exterior del Centro Comercial e Industrial. En tal sentido, el informe presentado el año pasado y que registraba lo sucedido en 2015 reflejó que Brasil es el principal comprador de productos de la región con U$S 61,55 millones, por encima de Argelia (U$S 40 m), Estados Unidos (U$S 33 m) y Alemania (U$S 25 m.).
Claro, no sólo debemos hablar de lo mal que le va a nuestro socio mayor del Mercosur, pues también nuestra economía está prácticamente paralizada desde 2011, entre pequeñas subas y mayores bajas, que nos han dejado como saldo que en los últimos 5 años el PBI haya bajado 5 puntos.
Dentro de este contexto el comercio bilateral se fue achicando año a año, mercando cada vez un mayor déficit para nosotros, con datos que son concluyentes: las compras que nos hace Brasil cayeron 40% entre 2014 y 2016. Y aún cuando la salida del cepo cambiario mejoraron las condiciones para las exportaciones argentinas, a lo largo de 2016 hubo una merma de 10,4% -según cifras del INDEC-, consecuencia del fuerte retroceso de las exportaciones automotrices. En cambio, Brasil aumentó 4,4% las ventas a nuestro país, con importante participación del 29% en el rubro automotor y también por mayores colocaciones de bienes de capital.
Tomando valores del año pasado el 40% de las ventas argentinas a Brasil fueron autos, bienes primarios y alimentos sumaron el 33%, completándose el resto con bienes industriales, mientras que el vecino país por su parte nos vendió 40% en repuestos y bienes de capital, 30% bienes intermedios, 25% autos y el resto bienes de consumo. De todos modos, más allá de estos detalles ilustrativos, lo que queda es que nosotros seguimos teniendo un importante déficit comercial con nuestros vecinos, lo que viene sucediendo desde hace varios años, y que tal como se encuentran en la actualidad ambas economías, costará muchísimo revertir. Al punto que casi todos los analistas económicos coinciden en que durante el presente 2017 se profundizará todavía más la diferencia.
Al respecto, el último informe de la consultora ABECEB advierte que "en febrero nuevamente crecieron las exportaciones argentinas al país vecino, pero se profundizó el déficit bilateral, volviendo a registrar un nivel récord en la relación comercial con Brasil".
El comercio bilateral sumó 1.908 millones de dólares en febrero, un 12,8% más que durante el mismo mes del año pasado y el mayor registro para ese período desde 2014. Según el informe, el comercio bilateral marcó el cuarto mes consecutivo de aumentos interanuales, con el agregado de que el alza se dio tanto en las exportaciones argentinas a Brasil como en las importaciones de Argentina desde Brasil.
Las exportaciones argentinas a Brasil totalizaron 637 millones de dólares en febrero pasado, en comparación con 617 millones en el mismo mes de 2016; con un aumento interanual de 3,2%. Y las importaciones argentinas desde Brasil crecieron 18,3% durante febrero con respecto al mismo mes de 2016, alcanzando un valor de compras de 1.271 millones de dólares. Es decir, el rojo en el intercambio comercial se profundizó en el segundo mes del año.