La economía y sus resultados son como el resumen de un cuerpo humano que actúa y reacciona según las visiones y pensamientos de su cabeza. Felizmente después del terrible traspié del gobierno radical-socialista de Fernando de la Rúa, donde aplicó contradictoriamente las recetas más ortodoxas del pensamiento económico, Argentina salió de la crisis.

Diez años después, haciendo lo contrario.

Lo contrario de lo que nos recomendó el FMI, Domingo Felipe Cavallo y los respectivos presidentes que lo tuvieron como ministro de Economía, lo contrario de lo que está haciendo actualmente Europa con las recomendaciones del mismo FMI y de la fría Alemania.

Las desgracias de Grecia, y en menor medida de España, radican en aquellas viejas recetas: ajuste, privatización de servicios públicos, blindajes, rescates, préstamos y deudas, y más deudas.

Aquel cuerpo quedó sin cabeza después del 2001-2002, en nuestro país.

Fue posible cambiar de modelo económico, usamos otra cabeza, que fue rotando paulatinamente desde la desesperación de Eduardo Duhalde que tuvo el valor de plantarse ante el infierno económico del momento, hasta la audacia de Néstor Kirchner que entendió cual era la salida del infierno, con un mismo piloto de tormentas, Roberto Lavagna.

Claridad

No olvidar y conocer mejor los acontecimientos, llevan a mejores razonamientos sobre por qué hoy estamos aquí parados.

Pero eso no fue todo, después se fue Lavagna, quedó Kirchner, llegó Cristina y volvió la crisis, pero esta vez no fue local, sino global, y el país ya estaba preparado para enfrentarla, se usaron los Repro para evitar pérdidas de fuentes de trabajo, el Estado aumentó los subsidios, había y hay Reservas en el Banco Central, la cabeza ya había cambiado totalmente y hoy está con una orientación muy clara.

El embajador argentino en Francia, Aldo Ferrer, explicó muy bien por estos días cómo "los ajustes permanentes no llevan a ninguna solución. Nosotros somos un claro ejemplo de eso", en relación a la crisis que atraviesa el viejo continente.

Ferrer, dijo que Argentina salió de la "crisis haciendo lo contrario que Europa", en referencia a los ajustes económicos que está realizando el viejo continente para solucionar el problema financiero.

En ese sentido, Ferrer indicó: "Cuando se produjo la debacle financiera del 2008, Argentina se mantuvo de pie, porque estaba viviendo de sus recursos, y no dependiendo de los mercados internacionales. Esto explica el comportamiento de Argentina ante la crisis y no lo que están haciendo los europeos".

"Ahora son los mismos países desarrollados, en la propia Unión Europea, los que sufren las consecuencias de esta crisis y de las recetas neoliberales", agregó el economista. Además, sentenció: "Los ajustes permanentes no llevan a ninguna solución. Nosotros somos un claro ejemplo de eso, fuimos alumnos ejemplares de las políticas neoliberales, hasta la crisis del 2001, de la cual salimos haciendo todo lo contrario a estas recetas que se imponen en Europa".

Premio Nobel

Paul Krugman, el premio Nobel de Economía 2008, plantea en su blog en el New York Times, que le llama la atención el que no se considere a la Argentina como un país serio. De esta forma, el economista contestó a una nota en la que afirmaba que si Grecia entraba en default iba a tener consecuencias negativas como las tuvo Argentina cuando declaró la cesación de pagos.

“Argentina sufrió mucho entre 1998 y 2001 cuando trataba de ser ortodoxa y hacer lo correcto”, señaló Krugman. “Después de la cesación de pagos a finales de 2001, pasó por una grave recesión breve, pero pronto comenzó una rápida recuperación que se prolongó por mucho tiempo”, agregó.

El Nobel de Economía 2008 afirmó que “el ejemplo de Argentina sugiere que por defecto el default es una gran idea, el caso contrario sería una cesación de pago en Grecia, porque es un país diferente (que, para ser justos, es discutible)”. Y concluyó que “me llamó realmente la atención la persona que dijo que la Argentina ya no es considerada un país serio. ¿No debería ser un país serio? Porque como en otros lugares, cuando era serio fue un desastre”.

En definitiva, los únicos observadores que insisten en que la Argentina no es un país serio, son los propios medios masivos de comunicación argentinos que actualmente dominan el mercado y se ven amenazados por la apertura competitiva que genera la aparición de nuevos medios gracias a la puesta en marcha de la Ley de Medios de Comunicación Audiovisuales. Pero ellos miran de una manera y la gente, los argentinos vivimos de otra, justamente haciendo lo contrario…de lo que ellos dicen.

¿Será por eso que las encuestas no coinciden con lo que pregonan los agoreros masivos?