Una mujer de 35 años de edad, domiciliada en la calle Campoamor de nuestra ciudad, ante autoridad de la Subcomisaría 1ª -cuenta su sede en un sector del barrio Monseñor Zazpe-, denunció un hecho contra la propiedad.

Según la exponente, se retiró de su casa a fin de efectuar algunas compras, quedando en la finca sus tres hijos menores, de 2, 12 y 14 años de edad, y al regresar le comentaron detalles de un suceso del que resultaron víctimas.

Los niños dijeron que se hallaban en el dormitorio, y que escucharon ruidos provenientes del comedor, por lo que fueron hasta ese lugar para ver qué pasaba.

Fue entonces que vieron a un sujeto con la cara tapada, quien preguntó si estaba el padre de los chicos, y que al contestar que no se retiró.

No todo quedó allí según los menores, dado que al volver al dormitorio los niños comprobaron que el individuo de mención había regresado, ocasión en la que desde arriba de una cama sustrajo un teléfono celular y se retiró rápidamente, a la vez que gritó "no salgan, sino les pego un tiro", sin mostrar arma alguna en sus manos.