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Murió el cineasta José Luis Cuerda

El director de cine José Luis Cuerda ha muerto a causa de una embolia en el Hospital de la Princesa de Madrid, tal y como ha podido saber ABC. El cineasta, autor de películas como «Amanece que no es poco» (1989) o «El bosque animado» (1987), tenía 72 años y se mantuvo activo hasta casi el final de sus días. Creador incansable, hace poco más de un año estrenó «Tiempo después», la «secuela espiritual» de «Amanece que no es poco», en la que se puso al frente de un elenco de 42 actores.

El último José Luis Cuerda (Albacete, 1947) contrastaba con las imágenes de archivo de aquel manchego fortachón que daba órdenes a los mejores actores de su generación en «El bosque animado» (1987) o «La lengua de las mariposas» (1999). De aquel cineasta al que estrenó «Tiempo después» perduraba su voz ronca y unos gestos innatos de director que se le escapaban cuando organizaba, con apenas un gesto, a la gente que entraba y salía de la sala de la Academia de Cine donde realizó sus últimas entrevistas, en diciembre de 2018.

También perduraba su humor, incontrolable incluso cuando ya le costaba recordar las anécdotas de aquel frenético rodaje de 1989. También el talento, el suyo y el de los que le rodearon en su despedida cinematográfica: amigos y admiradores le arroparon para sacar adelante la secuela de «Amanece que no es poco», el cierre de su filmografía.

José Luis Cuerda tenía la mentalidad de un hombre del renacimiento. Director, productor, guionista, escritor, amante del vino (con una bodega en la que se volcó en sus últimos años)... Un referente de varias generaciones del cine español, capaz de hacer la comedia más irreverente y profunda de las últimas décadas como de entrar en la posguerra con sensibilidad y contundencia. «Con mi edad, si no eres un maestro es que has desperdiciado la vida. Debes haber aprendido lo suficiente como para tener algo que enseñar», esgrimía el manchego en su última entrevista con ABC.

Era una manera de restar algo de importancia a ese aura que le habían impuesto admiradores como Joaquín Reyes y el resto de los «chanantes», que bebían directamente del humor de su «compatriota» de Albacete. «A mí la musa ni me trata. Las cosas me llegan como me llegan, sentado. No sé como es, no me preguntes…», aseguraba con humildad en ese último encuentro de 2018.

Además de su incansable mente a la hora de escribir y de su selectiva mirada detrás de la cámara, tuvo también buen ojo al elegir a un joven Alejandro Amenábar para apadrinarlo en sus tres primeras películas, «Tesis» (1996), «Abre los ojos» (1997) y «Los otros» (2001), de las que fue su productor.

«Y llega el momento en que no recuerdas si te has olvidado de todo lo que querías olvidarte». Esa frase es la última que escribió José Luis Cuerda en su reciente biografía, «Memorias fritas» (Pepitas ed. 2019), en la que, a salto de anécdotas, vivencias y ocurrencias, repasa su vida de celuloide y sus pasiones. «Cabe concluir, para que ninguno nos engañemos, que nuestra resurrección, si queremos ser honrados, se producirá en un espejo. Un espejo tembloroso, dubitativo, inseguro», sentenciaba.



Autor: REDACCION

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