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Se llamaba José Agustín Quiñones, tenía 18 años de edad, y cuando quiso entrar a una fiesta promocionada en las redes sociales, y realizada en la zona Sur de la provincia de Buenos Aires, resultó muerto de un balazo en la cara.
El homicida fue detenido, y según se supo la víctima y algunos amigos intentaron ingresar a la celebración, por lo que se generó una disputa en la que finalmente uno de los presentes pistola calibre 9 milímetros en mano, lo asesinó.
En el lugar, la Policía secuestró algunas vainas, producto de los disparos efectuados.
El matador cuenta 22 años de vida.