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Muchos se enteran de que no tienen buena visión cuando tramitan la licencia de conducir

Cuando una enfermedad de la visión afecta a los ojos de un niño o una niña y con una graduación alta, las familias notan conductas evidentes. Los chicos hacen un esfuerzo para poder ver mejor, frunciendo el ceño, dando lugar a escenas típicas que reflejan el problema. Se “pegan a la hoja” para leer o distinguir una figura, se acercan demasiado a una pantalla o se ponen de pie para aproximarse al pizarrón en la escuela y así poder distinguir letras y formas. En esos casos, un par de lentes adecuados les cambia la vida. Pero cuando la enfermedad no es bilateral, o si hay diferencia de graduación entre ambos ojos, puede pasar desapercibida. En estos casos lo usual es notarlo mediante algún juego o circunstancia que nos haga tapar uno de sus ojos. En ese momento es cuando se advierte que la visión que creíamos era buena en verdad no lo es. Y muchas veces, se ha perdido tiempo precioso para el tratamiento, señalaron desde el SAMCo Hospital "Dr. Jaime Ferré" de Rafaela.
El uso intensivo de las pantallas de computadoras, celulares o tablets también representa un factor de riesgo. En muchos casos, niñas, niños y adolescentes pasan muchas horas jugando videojuegos o en redes sociales, lo que genera una baja exposición a la luz solar. La estimulación permanente de la visión de cerca y el parpadeo insuficiente al estar concentrados en una imagen provocan sequedad y visión borrosa transitoria. Esto puede favorecer la aparición temprana y progresión de miopía.
La detección temprana cobra en el campo de la oftalmología una importancia fundamental porque la vista en los primeros años tiene una alta plasticidad que permite mejorar los resultados con un tratamiento acorde. Por esto, el SAMCo Hospital “Dr. Jaime Ferré” puso en funcionamiento desde julio de este año, el consultorio de Oftalmología Pediátrica, que fortalece la atención médica para niños y niñas de manera integrada con la nueva Guardia Pediátrica, la Unidad de Terapia Intensiva y otras especialidades específicas para esta etapa de la vida.
El área, que está a cargo de la Dra. Andrea Picco, realizó 75 consultas en el primer mes, 87 en agosto y 84 en septiembre lo que permite a muchas familias tener un diagnóstico en sus manos para comenzar un tratamiento a tiempo.
“Estamos haciendo mucho hincapié en la práctica de screening de recién nacido que implica hacer un fondo de ojo a todo niño o niña que nace a término. Se hace en consultorio médico entre las 3 semanas y 45 días de vida. Ese es el momento ideal para descartar patologías orgánicas que se producen durante el embarazo. Una de las más importantes es la catarata congénita. Hay bebés que pueden nacer con una malformación en el cristalino y hay que tratarlo cuando se detecta. Si no se hace el screening pasa desapercibido, salvo que sea una catarata muy densa. También trabajamos con Neonatología para descartar una patología asociada con el bajo peso llamada retinopatía”, explicó la doctora Picco.
Luego de este primer control, la Sociedad Argentina de Oftalmología Pediátrica recomienda hacer un segundo fondo de ojo a los 6 meses para detectar otra patología fundamental. Se trata del tumor ocular más frecuente en niñas y niños, que se llama retinoblastoma y que, detectado a tiempo, tiene tratamientos más alentadores.
A continuación, se indica un control al año de vida, a los 3 y a los 5 años y luego cada dos años. Este tipo de controles ayuda a detectar la ambliopía o lo que se conoce como “ojo vago” que es la principal causa de mala visión en la infancia y representa un importante problema de salud pública. La disminución visual que produce esta patología es de por vida y los tratamientos tienen mejores resultados si es diagnosticada antes de los 6 u 8 años de edad.
“Lo fundamental es que el paciente llegue a tiempo. Decimos que el niño tiene un período de plasticidad que aumenta las posibilidades de recuperación. De ahí en más el tratamiento es más fastidioso porque hay que comenzar con lentes en alguien que pensaba que veía bien o empezar a usar parches para estimular el ojo afectado. Muchas personas se dan cuenta que no ven bien cuando tramitan la licencia de conducir porque en ese momento se tapan un ojo y lo notan”, describe la Dra. Picco como una situación recurrente.
En este marco, el SAMCo Hospital “Dr. Jaime Ferré” brinda atención de la salud a Rafaela y a la región y recibe consultas todo el año, independientemente de si el paciente tiene o no cobertura de obra social o prepaga. El acompañamiento de las familias y la inclusión de estas prácticas entre los controles pediátricos de rutina resulta muy importante para la prevención.
Además, la salud pública atiende urgencias oftalmológicas como lesiones por mordedura de perros, cortes por ramas u otros motivos. En estos casos, las y los pacientes ingresan por la Guardia Pediátrica y desde allí, se acude al personal médico específico para el caso.
“La principal causa de ceguera infantil son los traumas por golpes. La precaución y el cuidado es una tarea de cada momento. Nuestros ojos son un tesoro que cuidar durante toda la vida”, enfatiza la Dra. Picco.


Autor: REDACCION

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