Suplemento Economía

Moderar la inflación para seguir creciendo

En Brasil, Chile, Uruguay y Perú evitar la inflación es un punto importante de la agenda económica, porque un crecimiento controlado de los precios es una condición necesaria (no suficiente) para un crecimiento sustentable. Las autoridades de estos países, cuando notan que los precios podrían desbordarse, no dudan en controlar la inflación, y así sentar las bases para seguir creciendo a tasas mayores y sustentables en el largo plazo.

Brasil, Chile y Perú conducen sus políticas monetarias en base a un sistema de metas de inflación. En estos tres países la meta de inflación exige que el aumento del nivel general de precios tienda a ubicarse en torno a un valor central de entre 2% y 4,5%

anual.

ARGENTINA SUPONE QUE ES POSIBLE EL CRECIMIENTO SUSTENTABLE

IGNORANDO LA INFLACION: RECETA PARA LA ESTANFLACION.

La política económica argentina es opuesta a la de sus países vecinos. En nuestro país se pretende maximizar “a toda costa” la tasa de crecimiento presente sin prestar atención a su contrapartida inflacionaria, lo cual podría terminar abortando el crecimiento.

La política intenta forzar el crecimiento ignorando la aceleración del aumento del nivel general de precios que tiene implícito el riesgo estanflacionario. Es paradójico, el gobierno escoge no moderar el crecimiento presente y adopta políticas no sustentables que reducen el nivel de actividad. La intención de maximizar el aumento constante de la demanda agregada y el crecimiento en el corto plazo contribuyeron con la aceleración de los precios, y una inflación sostenida a lo largo del tiempo atenta contra el crecimiento económico de largo plazo.

Los agentes económicos no son miopes y forman expectativas. Guiados por la evidencia empírica e histórica, perciben que el actual modelo económico, así como está, no es sustentable en el largo plazo. En este marco, reducen la demanda de pesos en favor de los dólares, porque creen que la divisa norteamericana será el mejor instrumento para proteger su poder adquisitivo. El exceso creciente de oferta monetaria se traduce en mayores expectativas de inflación y de devaluación, reforzando la demanda de dólares que aumenta sostenidamente desde mediados de año pasado.

Las trabas en el mercado cambiario, implementadas por el gobierno, pretenden obligar a consumir pesos en detrimento de la demanda de dólares, convirtiendo, de esta manera, a la moneda norteamericana en un bien escaso. Por el otro lado, el gobierno impone restricciones a la oferta, lo que exacerba. Conducta humana habitual: cuanto se restringe un bien, más lo quiere la gente y más aumenta su valor.

El mercado cambiario paralelo parece convalidarlo; la brecha cambiaria aumenta sostenidamente. El dólar blue ($ 6,00) y “el contado con liqui” ($6,00) se alejan del dólar oficial ($4,45). Cuanto más se prolongue esta situación, la brecha cambiaria se perpetuará, el nivel de actividad se desacelerará más rápidamente y las expectativas de inflación y depreciación aumentarán. El círculo vicioso se potenciará y la estanflación será una amenaza más cercana. Una demanda creciente con una contracción de la oferta inevitablemente provoca más inflación y menor nivel de actividad.

Autor: Redacción

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