ASUNCION, 8 (AFP-NA). - La ministra paraguaya de la
Niñez y la Adolescencia, Liz Torres, dijo estar decepcionada del
jefe del Ejecutivo, el presidente Fernando Lugo, por el nuevo
escándalo que lo involucra y que lo obliga a reconocer a otro hijo
varón que concibió cuando era obispo católico.
"Me sorprendió cuando me enteré y me decepcionó como miles de
hombres irresponsables", señaló la funcionaria.
Dijo que su ministerio impulsa en el Congreso un proyecto de
ley para facilitar el reconocimiento de los niños. "Es una ley que
debemos implementar cuanto antes", afirmó.
Torres se refería a la decisión del gobernante el martes de
reconocer como su hijo al niño Angel de 10 años, fruto de su unión
con la enfermera Narcisa Delacruz, cuando se desempeñaba como
obispo católico en el departamento de San Pedro, el más pobre del
país.
Por su parte, la ministra de la Mujer, Gloria Rubín, dijo
celebrar la actitud de la mujer "por reconocer el derecho de su
hijo de llevar el apellido de su verdadero padre".
El jefe de Estado ya reconoció en 2009 al niño Guillermo
Armindo (5 años), nacido de su unión con Viviana Carrillo.
Soporta por otra parte dos demandas, de la ex limpiadora del
Obispado, Benigna Leguizamón, y de la catequista Hortensia Morán,
quienes le reclamen el reconocimiento de sus hijos Lucas Fernando,
de 9 años, y Juan Pablo, 4.