Notas de Opinión

Milei se divierte exponiendo la feroz interna opositora y Kicillof sigue sus pasos

Milei y Kicillof en Bahía Blanca a comienzos de año.
Crédito: MDZOL

Por Alejandro Cancelare

En lo que aún queda de Unión por la Patria, donde son recurrentes las dudas sobre la continuidad o no del Frente Renovador dentro de ese espacio, cualquier cimbronazo sirve para exasperar las internas a cielo abierto que se disputan -desde casi el inicio de la llegada de Alberto Fernández al poder- entre Sergio Massa, Máximo Kirchner y Axel Kicillof.

Los primeros parecen venir conjurando un uno–dos en el que casi siempre el gobernador queda en soledad. Es cierto que más de una vez Axel Kicillof piensa que eso es mejor así, pero para configurar un proyecto a largo plazo sueña muy chiquito, con solo cuatro o cinco soldados de ultra confianza.

Esta discusión interna, no exenta de celos y desconfianzas, se exasperó luego que el gobierno de Javier Milei expresara -a través el directorio de YPF- que planificará el desarrollo de la futura planta de Gas Natural Licuado en Río Negro y no en Bahía Blanca, Provincia de Buenos Aires, como hubiera sucedido si el gobierno fuera de Unión por la Patria.

En un encuentro de algunos dirigentes de la CGT con referentes de varias ramas del peronismo kirchnerista deslizaron, incluso, que fue el propio Sergio Massa quien “operó” para que la futura inversión energética se trasladase a Puerto Colorado. Según pudo averiguar MDZ, no sucedió nada de eso y, tras varias charlas, comprobó que es solo una especulación más de la feroz interna opositora.

Lo que sí se puede confirmar es que en el gobierno de bonaerense no cayeron nada bien dos posturas políticas vinculados con amigos de Máximo Kirchner, como el intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles y del senador nacional rionegrino Martín Doñate. Por diferentes caminos, ambos dejaron en claro que estaban en contra de la demora que tuvo el gobernador en hacer algo en favor de la adhesión provincial al RIGI nacional, aunque esto no hubiera modificado en nada la decisión que ya había tomado la Presidencia de la Nación.

Mientras que Susbielles motorizó un proyecto en favor de la adhesión de su distrito al régimen de grandes inversiones, apalancado a un apoyo incondicional de los libertarios y Juntos por el Cambio, Doñate festejó en la red social X. Si bien él había rechazado en el Senado votar en favor de este controvertido proyecto, Río Negro iba a ser la beneficiada por la mega inversión.

La estrategia bonaerense fue modificándose con el correr de las semanas. La primera fue la exposición de las bondades económicas que brindaba invertir en Bahía Blanca y que para eso no era necesario someterse a los “caprichos del presidente”. Cuando la batalla empezaba a perderse, se inició un diálogo con los legisladores opositores que reclamaban la adhesión al RIGI para ver de qué manera se apoyaba el proyecto sin que nadie se diese cuenta.

Inclusive, para el próximo 8 de agosto está prevista aún (y nadie la levantó) la presencia del único ministro de Infraestructura que tuvo Javier Milei, el ex diputado provincial Guillermo Ferraro quien duró poco más de un mes en sus funciones, luego de perder una batalla interna contra el también eyectado del gobierno nacional, Nicolás Posse.

Ferraro, uno de los entendidos en la materia y conocedor como pocos de la reglamentación nacional, viene diciendo que el puerto del sur bonaerense era la mejor opción. "No lo escucharon en el gobierno nacional cuando lo operaban en su contra, mirá si lo van a hacer ahora", le confesó uno de los que estará presente en la legislatura la semana próxima.

Sin embargo, Kicillof no pudo hacer nada de lo que tenía previsto. Antes de que decidiera volcarse en un apoyo tibio -pero apoyo al fin-, desde YPF su conocido y director de la empresa estatal, Horacio Marin, anunció que el proyecto se encarará en Río Negro. Eso sí, dejó en claro en el mismo documento que eso era así más allá que no hiciera falta la adhesión al RIGI nacional, porque la dimensión de la obra ya lo reconocía. Un reconocimiento a la postura del gobernador que podría generarle un dolor de cabeza en el futuro a Marín pero que a Kicillof le sirve de poco o nada.

Sin embargo, con ese “poco”, Axel salió a justificar su demora y ambigüedad en lo relacionado con la planta de GNL. "Hiciéramos lo que hiciéramos, igual nos iban a cagar. Por lo menos seguimos siendo los únicos que se plantan y no le aceptan los caprichos a un loco", dejaron en claro desde la sede del gobierno bonaerense.

Además, desde la próxima semana, incentivará su muestrario de “buenas noticias” en las que anunciarán y mostrarán nuevas inauguraciones como así también promociones que excedan lo planteado por el sistema bancario con el ahorrativo plan de la cuenta del banco provincial. La idea de que otro modelo es posible vuelve a estar en marcha.

Ante la ausencia de dirigentes nacionales con alguna intención de voto, el gobernador empieza a pararse en algún lado. Ya habrá tiempo para que la realidad imponga sus propias condiciones. (Fuente mdzol.com)

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