Suplemento Economía

Microcréditos: una herramienta para la promoción del desarrollo

El término microfinanzas se refiere a la provisión de servicios financieros a personas de bajos ingresos. Las entidades que llevan a cabo esas actividades son denominadas instituciones microfinancieras (IMF), y se las puede definir como “…toda organización -unión de crédito, banco comercial pequeño, organización no gubernamental financiera, o cooperativa de crédito- que provee servicios financieros (financiamiento, instrumentos de ahora y de pago, entre otros) a personas de escasos recursos”.

Las microfinanzas presentan características que las diferencian claramente de las finanzas tradicionales. Por ejemplo, la falta de garantías reales o la existencia de ellas pero en forma inadecuada podría dificultar que los demandantes de crédito sean considerados sujetos calificados para obtener financiamiento de un banco tradicional, sin que lo sea para una institución de microfinanza. La tabla que acompaña esta nota resume algunos de los rasgos distintivos que diferencian a las IMF en comparación con las de las finanzas tradicionales.


BANCO SOCIAL DE MORENO

Con una extensión de 186,13 km2, Moreno es uno de los 24 municipios que conforman la denominada segunda corona del Gran Buenos Aires. Para el año 2001 contaba con 380.503 habitantes, con un alto índice de Necesidades Básicas Insatisfechas (26 % de la población), con un alto grado de desocupación (43 % de la población económicamente activa), y con una muy baja industrialización caracterizada por la presencia de un 20% de PyMEs y un 80% de microempresas.

Si bien al mismo tiempo se observaba una gran cantidad de emprendimientos de subsistencia de actividades diversas, que sin estar registradas constituían la fuente de ingresos de muchos de los hogares del Distrito, las condiciones socioeconómicas de estos “microemprendedores” los dejaba fuera de los sistemas de financiamiento existentes.

Surge así en el municipio la idea de apoyarlos, centrando la mirada en los hogares y sus capacidades productivas y laborales, y de entre las alternativas posibles, toma fuerza la idea de crear un banco de microcréditos que atendiera especialmente a los microemprendedores de menores recursos. Es así que a principios de 2001 el municipio pone en marcha el Proyecto de creación del Banco Social de Moreno, para lo cual:

• se visitaron otras experiencias, especialmente del conurbano bonaerense;

• se realizaron talleres de desarrollo local por zonas, a los que se invitaba a participar a los emprendedores y a aquellos que tuvieran alguna idea o alguna experiencia, a que las expresara en un formulario para así sistematizar la información y evaluar quiénes podían ser sujetos de crédito;

• se visitó a los emprendedores en sus lugares de trabajo, para explicar el sistema del banco y evaluar con ellos su posible ingreso al mismo;

• se inició la búsqueda y selección de los Agentes de Crédito (personas con raigambre en el territorio y con experiencia en pequeños negocios -puede haber tenido un quiosco, vender ropas por las calles, etc.- a los que se les darían herramientas como para que puedan evaluar un pequeño emprendimiento. Los Agentes de Crédito son una figura central en el Banco ya que son los que evalúan en el territorio los proyectos y son los principales transmisores del sistema del banco.


En agosto del 2001 se otorgan los primeros créditos y aunque para el momento de su implementación ya existían en el país varias entidades trabajando en estos temas, la experiencia se considera innovadora porque es el primer caso en el que la iniciativa surge y es impulsada desde un gobierno municipal.

A la fecha, el Banco Social de Moreno sigue funcionando, ha atendido grupos muy diversos, la mayoría vinculados a iniciativas gastronómicas de muy pequeña escala, aunque también existen emprendimientos textiles, de carpintería, herrería, artesanías y pequeños comercios. A pesar de algunos vaivenes, los datos hablan por sí solos, teniendo hasta el momento más de 17.300 créditos otorgados a más de 5.120 emprendedores (familias) por un monto total de $ 14.000.000.


FUNCIONAMIENTO

El primer requisito del banco es que el dinero sea para un emprendimiento en funcionamiento, no menor a 6 meses, que debe contar con un canal de colocación de sus productos. La metodología de trabajo está centrada en grupos solidarios de garantía. El emprendedor que quiera ingresar al sistema debe formar su propio grupo de crédito, de entre 3 a 5 personas, con otros emprendedores que tengan necesidad de financiamiento que sean de su confianza (el Banco no interviene en la formación de los grupos).

El grupo presenta los proyectos de todos sus miembros al Banco y cada uno es visitado en su emprendimiento por el Agente de Crédito. Se toma a la familia como unidad de crédito, no solamente porque en la mayoría de las actividades participan varios miembros del grupo familiar en el emprendimiento, sino porque raramente, la economía del negocio está separada de la doméstica.

Luego se reúne todo el grupo y entre todos acuerdan los montos que cada uno va a solicitar en función a su capacidad de devolución, perspectivas, etc. Esta instancia es muy importante ya que todos los miembros se comprometen entre sí por la devolución de sus compañeros.

El asesor presenta, entonces, los proyectos al Comité de Crédito del banco, que decide en última instancia el otorgamiento o no de los préstamos y su monto.

El crédito se devuelve en cuotas semanales en un período de doce semanas por medio de una chequera grupal que permite a todos los integrantes estar al tanto del cumplimiento del resto del grupo.

Los préstamos son de solo algunos cientos de pesos, pero una vez saldado el préstamo se puede renovar, aumentando gradualmente los montos de acuerdo al cumplimiento y a la situación actual de cada emprendimiento. Nadie puede renovar un préstamo hasta que todo su grupo haya saldado los créditos vigentes.

Otro logro importante fue cuando el Municipio promulgó una ordenanza para crear la figura del Permiso de Subsistencia mínima, por la cual toda familia que tenga un emprendimiento en su domicilio y esté por debajo de la línea de la pobreza no necesita habilitarlo y recibe un permiso para explotarlo durante un año, el cual puede ser renovable si persisten las condiciones iniciales. Este permiso les permite ser reconocidos desde el Estado local sin que se tengan que esconder, siendo así una manera de destrabar y legitimar una realidad, la economía informal, que normalmente se ve obligada a trabajar en negro por no existir normativas que las contemplen dentro de sus reales posibilidades. Al acercarse al Banco se empiezan a hacer visibles un montón de formas de supervivencia que no están censadas y que no aparecen en ningún lado y con las que están viviendo un montón de hogares.

Efectivamente y de acuerdo a lo planificado, la realización de este proyecto desde el gobierno local permitió abordar la promoción de la economía popular desde variadas línea de apoyo, y aunque inicialmente existía el prejuicio de que nadie le iba a devolver el dinero al Estado y que a su vez éste no tendría la capacidad necesaria para gestionar el proyecto, el Banco Social de Moreno lleva más de 10 años funcionando activamente, se convirtió en la entidad del país que mayor cantidad de créditos ha otorgado con fondos nacionales y, desde sus comienzos, opera con una tasa de recupero cercana al 98%.

Autor: César Ordano

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