Fue en producción en Desayuno, Canal 7, con mi papá, en el que estaba Víctor Hugo Morales. Y ahí tímidamente, como pasa en muchos casos, quien tenía que hacer notas a la tarde se enfermó, salí yo, así fue varias veces, después levantan el programa intempestivamente, y ahí de vuelta arrancar de cero otra vez, pero ya ahí había empezado a salir a la calle, a hacer eventuales notas, y sabía lo que quería hacer. A partir de ahí me empecé a mover por mi cuenta, con todos los contactos que conocía y los que no también empecé a llamar, mandar curriculum, insistir, al canal donde trabajo ahora antes de que me llamaran había venido varias veces y no pasaba nada. Y ahí entré a Radio El Mundo, después pasé por Radio La Red, por Radio Continental, eso me forjó mucho, mucho, y después entré al canal en dos mil ocho. De vuelta desde cero, lo que me ofrecen es hacer la madrugada como cronista de calle, arrancaba a las doce de la noche hasta las siete de la mañana. Cubría lo que es la madrugada que es un horario tremendo, y seguía en la radio de nueve de la mañana a una del mediodía en Continental, también como cronista de calle. Para mí fue extenuante físicamente pero totalmente enriquecedor en lo profesional. Volver a la tele fue volver al primer amor, era lo que quería, pero con un desgaste fuerte, porque lo que pasa a la madrugada, lo que cubrís como periodista es horrible todo, cosas de emergencia, un incendio, un choque, un operativo de drogas, un secuestro, un asesinato, eventualmente una sesión del congreso, o alguien trascendente que llega al país, pero por lo general son cosas duras las que cubrís de madrugada. Pero eso fue mi puerta para entrar a Todo Noticias.
Referentes en el ámbito laboral
Mis padres son mis referentes. Soy nada cholula y esto es por haber estado desde chica rodeada de mucha gente trabajando en el medio. Sí conozco el trabajo muy bien de la cocina y por ahí mis referentes son de los más invisibles, el trabajo de un productor o el que tiene un periodista que lleva adelante una investigación y por ahí hace el aporte otro, que es lo que no se ve. Admiro profundamente ese trabajo que es el que más tiempo lleva, que más desgaste tiene, admiro mucho el trabajo de producción periodística. Y mi padre, por supuesto, ha sido todo un ejemplo de trabajo y de cómo manejarte ética y moralmente.
Grandes momentos de mi vida, los mejores y los peores…
Me gustan mucho las coberturas, viajar y hacerlas. Mi primera gran cobertura fueron las cenizas de Villa La Angostura, que fui por dos días y me quedé veintitrés. Fue una cobertura de trascendencia, salía en todo horario, en todos los noticieros de Canal Trece y de Todo Noticias. Para mí fue un momento lindo, adverso porque tenía que convivir, vas a contar la noticia y además la vivís, estábamos en un lugar donde no había agua, no había energía eléctrica. Esto no te lo podés olvidar nunca, lo que genera. Una no grata en Junín, un domingo, en que me mandan a una marcha del pueblo por la muerte de una chica que atendía un kiosco a una cuadra de una comisaría, lo que había generado una indignación absoluta y estaban convocando para ese domingo una nueva marcha con todo un operativo de la provincia y demás. Llegamos al lugar y como suele pasar, cuando uno trabaja, se desmadra y se va de todo cauce, empezaron a tirar bombas molotov, piedras al frente y me ligué un piedrazo que me abrió la frente y abajo del ojo. Dejé de hacer la cobertura, me dieron veinte puntos, tuve suerte porque el tamaño de la piedra fue tan grande que me salvó el ojo. Nunca había ido a la guardia de un hospital, ni me habían puesto un punto, ni tuve un yeso en mi vida, y con este trabajo lo pasé en esa instancia. Fue una mala pero gracias a Dios no me quedó ninguna secuela real, puedo volver a cubrir cualquier marcha que no me afecta. Este trabajo tiene eso, uno se cree que tiene un escudo protector, o vas a un lugar de peligro y a veces no dimensionás. Bueno, creo que está bien, si no, no podrías cubrir nada, pero uno se cree que nunca le va a pasar nada, o al menos yo, hasta que me pasó, y después de superado te digo que sigo haciéndolo pensando que no me va a volver a pasar nada. A mí, la noticia y el vivo me genera esta adrenalina muy positiva, donde este trabajo es de resultado prácticamente inmediato. Hasta ahora lo viví, y eso siempre me gustó.
Qué me propongo con este trabajo que tengo y con la vida
Me gustaría en algún momento probar y poder hacer conducción en la semana, soy una persona que no puede formalizar demasiado la presentación de una noticia y también algo más relajado me gustaría también donde podamos hablar de todo, lo del día a día, porque me siento muy cómoda con lo cotidiano y hacerlo desde un lugar sencillo, como te puede pasar en tu casa que nos sentamos a charlar, con ese tono, con esa variedad. Eso me gustaría probar. Esa es mi expectativa.
Cuál es mi misión de cada día en el trabajo
Nunca me gustó la rutina, digo que si trabajase para un documental me echarían porque querría hacer todo en el último momento. No soy una persona que puede preparar con antelación, entonces el trabajo para mí es fantástico porque llego y digo bueno, a ver qué noticia me va a tocar, a veces estoy viniendo y me avisan que largue todo y me vaya de viaje a doscientos kilómetros, o que ni pase por el canal y vaya directamente a otro lugar por algo que sucedió. Es como que me genera una linda adrenalina. Me propongo mantener eso de que las noticias me sigan sorprendiendo como el primer día, que desde el dos mil cuando arranqué con el teléfono hasta hoy vengo a trabajar con alegría y al final del día lo cuento como saldo positivo. No me aburre el trabajo, no lo cambio, entonces poder mantener esas ganas, decir qué lindo lo que estoy haciendo, cómo me divierto, cómo me gusta, con qué noticia voy a seguir sorprendiéndome. Mantengo una ingenuidad ante las cosas, que creo que es sana, que me parece que todavía es importante para mí mantenerla. Todavía me siguen sorprendiendo cosas que pasan en el país y en el mundo. Todavía me siguen sorprendiendo ciertas noticias.
*El texto pertenece a la entrevista realizada por Raúl Vigini a Dominique Metzger