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“Mi Galpón”: el impacto del nivel local en la agenda nacional

En una democracia madura y responsable, la participación de todos los actores en el proceso político es una necesidad del desarrollo social. Desde la promoción e instalación de temas en la agenda pública, producto de su conocimiento propio, al de socios territoriales en la implementación de programas; desde la innovación en ciertas maneras de intervenir sobre lo público, hasta la facilitación de la negociación y el consenso entre funcionarios públicos, las organizaciones de la sociedad civil juegan un rol clave en la construcción de mejores políticas públicas.

En ese sentido, la elaboración de propuestas desde la sociedad civil es una instancia que puede agregar valor al diseño e implementación de políticas públicas. Esta tarea es ardua y, en numerosas ocasiones, iniciativas bien diseñadas no alcanzan sus objetivos debido a inconvenientes en la articulación interna o en la comunicación del mensaje. Para que el proceso sea exitoso, es preciso tener en cuenta una amplia gama de factores y planificar cómo incidir, es decir, cómo influir para generar los cambios esperados. Al mismo tiempo, cuando se identifican experiencias exitosas, bien vale la pena sistematizarlas, para que organizaciones pares puedan aprender de dichos esfuerzos.


¿POR QUE ANALIZAR “MI GALPON”?

El Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) publicó recientemente un documento sobre la experiencia de Mi Galpón, un programa pensado desde el Centro Comercial e Industrial de Rafaela y la Región (CCIRR) que alcanzó el nivel nacional. El proyecto buscaba facilitar préstamos financieros a largo plazo para construir galpones y promover el desarrollo de PyMEs en la ciudad de Rafaela. La iniciativa fue incorporada por el Ministerio de Industria de la Nación en su agenda de beneficios y modos de financiar la iniciativa privada.

Según Diego Turco, expresidente de la Comisión de Industrias del CCIRR, el objetivo era rescatar y reinstalar el valor de la industria y del galpón como instrumento social para el desarrollo. La propuesta apuntaba a conseguir una infraestructura óptima para desarrollar la competitividad e iniciativa emprendedora que históricamente ha caracterizado a Rafaela, y brindarle la posibilidad a los ciudadanos de encontrar “un medio de vida en un ambiente industrial”, incorporando el concepto social de industria con la ayuda de préstamos financieros.

Rafaela posee una considerable cantidad de pequeñas y medianas empresas. A nivel local, ocho de cada diez firmas en la ciudad poseen entre uno y diez empleados. Debido a complicaciones originadas por su crecimiento, se calcula que alrededor del 35% de las firmas necesita aumentar su espacio de trabajo y, para ello, precisan herramientas financieras para adquirir los fondos necesarios.

El proyecto Mi Galpón buscaba responder a este desafío, y facilitar el préstamo financiero a largo plazo a partir del subsidio de las tasas de interés para construir galpones de uso industrial y facilitar el acceso a la unidad productiva propia por parte de los emprendedores. Así, buscaba fortalecer el papel de PyMEs que promoviesen el crecimiento de toda la región.

Una vez diseñados los primeros pasos e intenciones de la propuesta, se buscó promoverla a un nivel local y regional. Para ello, se implementaron una serie de estrategias: reunir a los actores industriales interesados bajo un proyecto común; comprometer a una amplia gama de actores a nivel local, regional, provincial y nacional (lo que implicó entablar relaciones con UIA, FISFE y las comisiones industriales de Ceres, Sunchales, Tostado, Esperanza, entre otras); construir alianzas con actores nacionales en materia de financiamiento y formación técnica; sensibilizar a una serie de actores políticos relevantes, y preparar una adecuada red de comunicación.

La combinación de estas cinco líneas de trabajo permitió fomentar el otorgamiento de préstamos para construir galpones en la región, a partir del apoyo del Banco de la Nación Argentina y distintas provincias en el apoyo de iniciativas vinculadas con el subsidio de tasas de crédito para favorecer la inversión. Asimismo, se logró legitimar a las instituciones involucradas en la presentación del proyecto en lo relacionado con desarrollo local e industrialización. Por último, se fortaleció la conciencia de responsabilidad social corporativa.

Hoy, la iniciativa es un programa institucionalizado de Ministerio de Industria, a través de la Secretaría de la Pequeña y Mediana Empresa y Desarrollo Regional.


CASO EXITOSO

¿Qué hizo de Mi Galpón un caso de incidencia exitoso en política pública? Las estrategias contempladas para alcanzar los objetivos establecidos permitieron catapultar una propuesta local al nivel nacional. El balance final permite afirmar que, no obstante el tiempo de maduración que deberá afrontar para alcanzar su máximo potencial, el proyecto Mi Galpón ha sido un ejemplo de incidencia eficaz y exitosa, de la cual es posible derivar algunos aprendizajes:


1) El contexto local es como un factor clave para el desarrollo de proyectos con impacto. Las iniciativas innovadoras deben estar alineadas con el contexto cultural, sociológico, económico y político para generar cierta empatía en actores con poder de decisión que ayuden a impulsarlas.


2) El éxito del caso como ejemplo de incidencia en políticas públicas es atribuible al trabajo en equipo y a la comunicación entre los actores involucrados (BNA, INTI, FISFE, Municipalidad de Rafaela). La colaboración no es un factor opcional, sino una necesidad cuando se busca catalizar el triunfo de una iniciativa.


3) Es necesario que el proyecto no se restrinja a un grupo de personas y circunstancias específicas de una región. Para suscitar el interés a nivel nacional, debe ser lo suficientemente amplio como para atraer la atención de múltiples actores e instituciones con capacidad de decisión y acción.


4) La voluntad del gobierno nacional y del Ministerio de Industria en particular para considerar el proyecto e impulsarlo son claves para entender cómo el proyecto logró escalar al nivel nacional.


5) La estrategia de comunicación orientada a garantizar cobertura de los medios de comunicación, no planificada desde los inicios por el CCIRR, ayudó a divulgar la iniciativa y a posicionarla como una idea útil y exitosa para el desarrollo de la nación.


Las organizaciones de la sociedad civil trabajan a diario para incidir y promover cambios, su impacto no depende solo de ellas sino también del entorno que les da lugar y facilita el diálogo.

Autor: REDACCION

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