Editorial

Merma industrial

Aun cuando la actividad industrial creció en el pasado mes de marzo, fue a razón de 2,2% en la medición interanual y con un retroceso de 0,4% respecto a febrero,  clausurando el primer trimestre con una expansión de 2,6% -el más bajo desde fines de 2009- lo cual indudablemente ha generado preocupación por el comportamiento que se tendrá en los próximos meses, ya que todo el conjunto de la economía se encuentra en descenso.

Cabe recordar sobre estos informes de la Unión Industrial Argentina, pues de ellos se trata en este caso, vienen haciendo referencia en forma sistemática al heterogéneo comportamiento de cada uno de los subsectores, deslizando la advertencia que la expansión de los índices generales de producción son sostenidos por unos pocos rubros. En 2011 por ejemplo la industria automotriz -ahora también en retroceso con relación a los espectaculares registros récord del año anterior- y la metalurgia, fueron quienes sostuvieron el crecimiento industrial.

Mencionado ya el importante cambio en el sector automotor, que tuvo una merma de 4 puntos en la comparación interanual, en este primer trimestre de 2012 también el sector metalmecánico se contrajo en casi 2 puntos, el sector que se convirtió en traccionador del resto fue el de sustancias y productos químicos con un alza de 17,3%, destacándose la producción de agroquímicos y del área farmacéutica, mientras que otras actividades oscilaron en un crecimiento entre 2 y 4 puntos.

Un dato trascendente a considerar, y que describe muy expresivamente la situación al punto de generar marcada preocupación, es que de no haberse dado lo del sector químico, todo el resto hubiese tenido en marzo una caída de 0,6%, que no es abultado como para generar alarma, pero que en cambio ocurre por primera vez en los últimos 29 meses. Es decir, que tal como en el resto de actividades, algo también está ocurriendo en la industria, la cual, al decir de analistas económicos, se encuentra en el mismo límite de una recesión.

Digamos además, que un informe divulgado por la consultora Ecolatina da cuenta que el Indice de Producción Industrial viene cayendo ininterrumpidamente en las mediciones trimestrales, y si consideramos que técnicamente se califica como recesión cuando hay caída en dos trimestres consecutivos, entonces terminamos por describir una perspectiva lo suficientemente complicada como para que el tema sea tomado debidamente en cuenta.

Amplía el informe de la UIA, que la caída del 4% en la producción de automotores durante el primer trimestre del año, es consecuencia en gran medida a la baja de las exportaciones, de modo esencial a Brasil, que es nuestro mayor comprador y que consecuencia del decaimiento que está mostrando su actividad económica, redujo las importaciones.

Justamente, uno de los enfoques que la industria nacional debe seguir muy de cerca es lo que suceda de ahora en más en Brasil, ya que la mayor parte de la actividad se encuentra estrechamente relacionada con la marcha de los brasileños, donde además se produjo una revalorización del dólar, lo cual afectará todavía más el intercambio.

Las cifras del mes de abril  en el vecino país no son nada alentadoras, ya que la fabricación de unidades se contrajo 15,5% respecto a marzo y 7,5% en la equiparación interanual, mientras que las ventas se redujeron 10,8% en comparación a marzo, registrando una baja interanual de 14,2%. Números que en realidad, por tratarse de un solo mes, preocupan en virtud de la acechanza que existe sobre el futuro inmediato del sector y por consiguiente sobre su paralelo de la Argentina. Y es que aquí las estadísticas no fueron diferentes, sino también de características preocupantes, ya que según el informe de ADEFA  la producción cayó en abril 19,6% respecto a marzo, en tanto que la medición del primer cuatrimestre  tuvo una merma de 5,74% ante igual período de 2011, con una reducción de 20 puntos en las exportaciones.

Finalmente, la Unión Industrial analiza la desaceleración que en forma conjunta afecta a toda la actividad, explicado en una reducción del 8% del total de las importaciones, la baja más importante de los últimos dos años, lo cual da cuenta fehaciente de la baja de producción.

Autor: Redacción

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