El mes de junio, que justo marca la primera mitad del año, fue contundente en cuanto a la fuerte caída que viene teniendo desde hace tiempo la industria automotriz, en este caso en cuanto a los patentamientos de unidades cero kilómetro, ya que en todo el país fue de 31% con la cual acumula 21% en el primer semestre, mientras que en la provincia de Santa Fe fue de 28,9% para el sexto mes y de 24,5% en el semestre. En cuanto a Rafaela, que venía teniendo muy buenas cifras, la caída de junio fue del 45% en la comparación interanual, ya que ahora se patentaron sólo 104 unidades contra las 191 de igual mes del año pasado.
Para ampliar algo más en cuanto a los detalles de esta fuerte disminución, digamos que en la provincia se vendieron 4.132 automóviles y vehículos comerciales livianos durante el mes de junio, tal como decimos casi un 29% menos que en junio del año anterior, habiéndose patentado en el semestre 30.006 unidades, mientras que de computarse también los camiones se arriba a 31.275 vehículos con un índice en baja de 24,5% con relación interanual.
En el ámbito nacional, lo cual es el verdadero termómetro de la actividad, el patentamiento alcanzó 51.540 unidades, con lo cual se llegó a 380.878 de enero a junio, cuando en 2013 en ese período habían sido 500.195 vehículos, quedando claramente reflejada en esa diferencia de casi 120 mil unidades.
Todo esto, combinado con la caída de exportaciones a Brasil, conforma el crítico panorama de la industria automotriz, la cual fue el mayor sostén de los buenos índices industriales de los últimos años, que ahora también se encuentran en fuerte retroceso. Una situación que tiene condicionantes decisivos en el empleo, ya que casi todas las plantas fabriles tienen implementadas medidas de restricción laboral, e incluso con algunos despidos encubiertos y otros en planes cercanos en caso de no obtenerse la reactivación que se confía lograr en caso de tener éxito el recientemente lanzado Plan Procreautos, con facilidades de financiamiento para la compra de unidades nuevas. Una iniciativa que, de todos modos, no ofrece demasiadas certezas y que aún está siendo tema de polémicas en ese sentido.
Recaudación fiscal
La recaudación fiscal del mes de junio fue de 101.186 millones de pesos, es decir, un 35,5% más que igual mes del año pasado, lo cual fue anunciado como un importante logro, cuando en realidad, se trata apenas de estar siguiendo el índice inflacionario, e incluso es probable que ni siquiera haber alcanzado el mismo, ya que existen amplias coincidencias en casi todos los sectores privados y el índice Congreso -surgido de una combinación de consultoras que buscaron evitar las sanciones de Comercio Interior-, en que la inflación interanual se encuentra en el orden del 40 por ciento.
De acuerdo a la informado en ocasión del anuncio, con el cual se ha totalizado 549.184 millones en el primer semestre, el calificado de buen nivel fue alcanzado por el aumento en las transacciones, destacándose el impuesto a las ganancias, el IVA y los derechos de exportaciones. Yendo a los números concretos, el impuesto al valor agregado, el que constituye el más regresivo de los impuestos pues es pagado por igual sin diferenciación alguna de ingresos y situación fiscal, sumó en junio 25.367 millones de pesos, en tanto que la recaudación por aportes a la seguridad social ascendió a 22.463 millones, argumentándose que fue en virtud de la suba de remuneraciones del sistema.
En cuanto a los derechos de exportación, los que son conocidos como "retenciones" y que tanta tirantez generaron estos años entre el gobierno y los productores agropecuarios, motivaron un ingreso a las arcas fiscales por un monto de 8.548 millones, impulsados por los mayores precios y cantidades exportadas de producción agrícola, en tanto por las importaciones el fisco ingresó recursos por 2.253 millones.
Finalmente, por aquellos tributos nacionales que debido a la coparticipación son compartidos en parte por las provincias, la suba de junio fue del 31,4%, mientras que el Fondo Sojero creció 116,2% por haber sido un mes clave en la venta de la cosecha de soja.
Pero la gran joya de la corona fue el impuesto a las ganancias, donde se incluye esa gran parte del salario que se lleva el gobierno, redondeando ingresos por 29.925 millones, constituyendo un récord. Lo cual, sin dudas no es bueno, pues se trata de recursos que en buena parte son restados a grupos familiares que dependen de ellos.