Editorial

Menos exportaciones

En el pasado mes de abril el comercio exterior experimentó una brusca contracción, ya que las exportaciones se redujeron 6% con relación a igual mes de 2011, en tanto que las importaciones cayeron 14%, aunque a pesar de estos indicadores de menor volumen, el saldo resultante fue un superávit de 1.827 millones de dólares, nada menos que un 23% más que en la comparación interanual.

Más allá de volúmenes en baja y dinero en alza, digamos que con las diferencias apuntadas el total de las ventas al exterior ascendieron a 6.686 millones de dólares, en tanto que las compras fueron por 4.861 millones, dejando el saldo favorable ya apuntado. Aunque esto es producto más que nada de las restricciones impuestas internamente a las importaciones, que si bien dejan este superávit, por otra parte impactan directamente en la caída de producción de otros rubros que no tienen aquí reemplazos, como así también en la paralización de actividades en determinados sectores, lo cual se está ya notando en la suspensión de horas y días de trabajo. Incluso, de no haberse registrado una suba en las compras de combustibles y lubricantes en el exterior del orden del 46%, en abril las importaciones hubiesen caído un 21%.

Contabilizado abril, el cuatrimestre inicial de 2012 arrojó entonces un superávit de 4.795 millones de dólares, una marca nada menos que 57% superior a la que hubo en ese mismo lapso de 2011.

Es decir, uno de los objetivos del gobierno consistente en la necesidad de dólares para permitir afrontar los gastos previstos para este año se está logrando, pero en cambio se afecta negativamente a la producción, cayendo claramente el ritmo de actividad.

Claro que hoy en día todo el comercio internacional está desenvolviéndose dentro de un marco derivado de los sacudones de la crisis global, si bien en el caso argentino en concreto, la mayor influencia la tienen las restricciones impuestas, la sequía que redujo el volumen de la cosecha -de acuerdo con algunas estimaciones la de soja estaría en el orden de los 40 millones de toneladas, lo cual sería un 18% menos que la anterior campaña- y la retención de granos a la espera de una mayor cotización en el mercado internacional. Justamente, en el mes analizado el retroceso más significativo se dio en las exportaciones de manufacturas de origen agropecuario, con un 11% de volumen menos vendido, y a precios más bajos. Y además, también cayeron en cantidad y precios las ventas al exterior de porotos de soja, grasas y aceites.

Por su parte las manufacturas de origen industrial, que son las que reúnen mayor valor agregado, también estuvieron en retroceso con un 9% interanual, impactando aquí muy fuerte la baja en los automotores vendidos a Brasil.

Pasando ahora al rubro de compras en el exterior, absolutamente todos los rubros mostraron bajas, con la única excepción ya apuntada de combustibles y lubricantes con el 46% y 873 millones de dólares. En tanto la compra de bienes de capital tuvo una merma de 37%, consecuencia de la menor adquisición de computadoras portátiles, grupos electrógenos, cargadoras, palas, máquinas y aparatos autopropulsados. Finalmente, digamos que los bienes intermedios descendieron 23% en cuanto a la cantidad, aunque los precios aumentaron 11%.

Alejándonos del resultado total de abril con un superávit de 1.827 millones de dólares y tomando el resultado exclusivo con Brasil, se registró un déficit de 182 millones de dólares, con una contracción del 32% respecto a abril de 2011. En realidad, aunque se mantiene la diferencia en favor de los brasileños, la reducción ha sido muy significativa, aunque quedan numerosos aspectos por dilucidar en las relaciones comerciales entre ambos países, aún encontrándose enmarcados dentro de Mercosur.

Y algunos datos más respecto al socio mayor del Mercosur, traccionador central del mismo y una de las mayores economías del mundo, dan cuenta que existe una marcada desaceleración en su actividad y que en el presente 2012 se estará bastante lejos de alcanzar el 4,5% de crecimiento que tenía previsto el gobierno de Dilma Rousseff, aún cuando hace sólo unos días se dieron a conocer medidas de un nuevo conjunto que apunta al estímulo del consumo, bajando impuestos para la compra de automóviles y reduciendo también los gravámenes sobre operaciones financieras destinadas a créditos para el consumo.

 

Autor: Redacción

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