"En el barrio hay gente jodida. Sobre todo en el comportamiento de muchos pibes. Ayer, dos changos de apellidos Zerda y Astudillo, que tienen 17 años de edad, se acercaron a la sede de la Subcomisaría 1ª (cuenta su sede en el barrio Monseñor Zaspe) y arrojaron un elemento que impactó en la luneta de un patrullero que estaba estacionado en el garaje", comenzó diciendo una vecina que se comunicó con LA OPINION online mediante vía telefónica.
La mujer agregó que "justo estaba el jefe, y escuchó el estallido del vidrio. Salió rápido y a pocos metros observó a los pende... tratando de huir. No lo lograron porque se los detuvo".
En la continuidad del relato la mujer expresó "es verdad que a veces los vecinos criticamos a la Policía por algunas cosas que no se hacen bien, pero es de 'mala leche' lo que hicieron estos pibes. Así no se arregla nada".
Finalmente, la ciudadana señaló "lo que más bronca da, es que poco después de las detenciones los chicos fueron entregados a los padres. Cuentan que pasa así porque la ley lo dice. Lo que ocurre es que muchas veces, al tiempo los menores vuelven a hacer cag..., y otra vez hay que empezar de nuevo. Seguramente a los policías eso no les cae nada bien".