Editorial

Menor crecimiento

En medio de cautelosas estimaciones realizadas el año pasado sobre el crecimiento que iba a tener la economía en 2012, los primeros informes que se dan a conocer (públicos y privados) señalan un balance más pesimista al que estaba previsto y las proyecciones para 2013 aparecen cargadas de incertidumbre. 

Esta semana, el Centro de Estudios Económicos Orlando J. Ferreres & Asociados difundió su relevamiento anual sobre el comportamiento de la economía, y aseguró que el Producto Interno Bruto (PIB) de la Argentina se redujo 0,3 por ciento en 2012, pese a registrar una ligera suba interanual en diciembre pasado, del 0,3%.

La consultora señaló que en 2012, Agricultura y Ganadería lideró la nómina de sectores que registraron las caídas interanuales más pronunciadas, con un retroceso del 6,4%, castigado por una intensa sequía a principios del año e inundaciones en los meses finales, seguido por Construcción, con un declino del 2,2%.

La actividad en las industrias manufactureras se redujo 1,9 por ciento el año pasado, mientras que el sector que más creció fue Intermediación financiera, con una mejora interanual del 18,6% en diciembre y un aumento del 17,4% a lo largo de 2012, frente al nivel registrado en 2011.

"En 2012 la actividad económica se mantuvo prácticamente inalterada respecto de 2011, lo que confirma el estancamiento que venimos describiendo mes a mes", sostuvo la entidad, en un comunicado de prensa.

Al brindar detalles de su Indice General de Actividad (IGA) correspondiente al año pasado, la consultora sostuvo que a partir de la tendencia del indicador "se observa que la economía se mantiene en torno al mismo nivel desde hace algo más de un año" en la Argentina.

"El estancamiento de la economía del que hablamos se dio de forma inequívoca en todos los sectores excepto dos: el de

Intermediación financiera, que registró un crecimiento abrumador, y el Agroganadero, que evidenció una contundente caída por la sequía", indicó la entidad.

Por su parte, el INDEC publicó esta semana el índice de la actividad económica de noviembre, donde se registró un alza interanual del 1,8 por ciento y se logró alcanzar una acumulada del 1,9 por ciento. De todos modos, parece cada vez más lejana la meta de crecimiento oficial del Producto Interno Bruto (PIB) en 2012, realizada por el Gobierno durante el año pasado y establecida en el orden del 3,4%.

La administración de Cristina Kirchner estimaba originalmente una expansión de la economía del 5,1 en 2012, pero luego recortó esas expectativas, tras el estancamiento registrado a mediados del año pasado.

Sin embargo, esa previsión del 3,4%, anunciada por el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, durante la presentación del proyecto de ley del Presupuesto 2013 en el Congreso nacional, parece haberse convertido en un anhelo cada vez más distante de la realidad con los datos divulgados este viernes por el INDEC, correspondientes a noviembre.

En este contexto, los pronósticos son bastantes dispares. Del lado de los "optimistas", esta semana Miguel Bein explicó

una vez más en qué se basan sus planteos de que el crecimiento económico en 2013 llegará al 4,5 por ciento o incluso "un poco más". El titular del Estudio Bein & Asociados explicó que se espera una mejora del "20 por ciento" en el desempeño de la producción de granos -soja, pero también maíz y girasol-, lo que le agrega "un punto y medio extra a la economía".

Un escenario de crecimiento más moderado plantean otros especialistas, entre ellos Lorenzo Sigaut Gravina, quien redondeó un pronóstico de 3 por ciento de crecimiento para la economía. Advirtió que entre los economistas "hay divergencia sobre tres cuestiones importantes para este año: la magnitud del repunte esperado de la actividad económica, las negociaciones salariales y el nivel de inflación".

Por su parte, el ya mencionado Orlando Ferreres advirtió que "si bien todo indica que en 2013 la tasa de expansión estaría por encima del 3%, lo cierto es que los datos de actividad del tercer trimestre son algo más débiles de lo esperado", subrayó. Para Ferreres, la economía argentina "tiende a tener un mayor crecimiento en 2013" pero a su entender "las cuentas públicas se están complicando rápidamente".

Más allá de las diferencias que puedan existir entre cada uno de los análisis privados, todos parecen coincidir en que la economía no goza de la salud que mostraba hace unos años atrás y por esto las políticas oficiales deberán estar orientadas a controlar el gasto público y tratar de resolver el problema de fondo que viene erosionando toda posibilidad de crecimiento verdadero, como lo es la inflación.

Autor: Redacción

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