Editorial

Memoria activa

Este 24 de marzo marca una fecha histórica para los argentinos, tal vez una de las más importantes, ya que este denominado Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia, es el que conmemora cada año en esta misma fecha, las muertes civiles ocurridas durante la última dictadura militar, una de las más feroces, despiadadas y sangrienta, que se aurtodenominó Proceso de Reorganización Militar. Es que el 24 de marzo de 1976, es cuando se produjo el golpe de Estado que derrocó al gobierno constitucional que encabezaba María Estela Martínez de Perón

El Congreso nacional dictó en agosto de 2002 la ley 25.633 al dejar instituido este día en el cual confluyen tres aspectos fundamentales como memoria, verdad y justicia, elementos que combinados generan toda esa fuerza y decisión que resolvió desterrar para siempre esta clase de episodios que enlutaron a la Argentina. Pero fue recién en 2005 cuando desde el Poder Ejecutivo se propició la decisión para que este día fuese no laborable, en forma inamovible, y así es desde entonces. 

Hoy se cumplen 37 años de aquel lamentable comienzo de la etapa más sangrienta de nuestra historia, con 30.000 víctimas civiles provocadas por el terrorismo de Estado. No se trata por supuesto de una efeméride más, sino de la oportunidad -que viene reiterándose con mayor fuerza este día, pero vigente todos los demás días- de ejercer a pleno la memoria colectiva, que no cayó en la facilidad del borrón y cuenta nueva, pues no es así como se superan estas cosas, ya que el olvido es mal acompañante frente a situaciones de esta naturaleza. Lo que ocurrió en el pasado debe en cambio permanecer muy presente, justamente para consolidar nuestro futuro. Para que esta clase de historias trágicas nunca más vuelvan a repetirse.

Las tres palabras que identifican esta fecha, memoria, verdad y justicia, combinan no sólo un significado de gran contenido, sino también el simbolismo de la energía colectiva, consolidada a través de todo este tiempo de un ejercicio pleno.

Verdad es la síntesis de la buena fe y la honestidad, la sinceridad conjunta, ya que es justamente lo que debe estar por sobre todas las cosas, ya que sin la verdad plena jamás se podrá consolidar nada con la suficiente fortaleza para sostenerse en el tiempo.

La justicia en tanto es la interpretación que cada tiempo tiene sobre el bien común, un valor establecido por la sociedad, habiendo tenido sus orígenes en la necesidad de mantener la armonía entre sus miembros. Se trata de un conjunto de reglas y normas que establecen el marco preciso para las relaciones entre las personas y las instituciones, autorizando, prohibiendo o permitiendo acciones concretas en la interacción que se produce entre los individuos y las entidades.

Y memoria, la que debemos mantener activada a pleno, con el recuerdo constante de lo acontecido para que nunca más vuelva a repetirse. Se trata del tercer elemento, el que no está escrito ni se rige por normas preestablecidas, sino por la determinación colectiva, sostenida por la individual de cada uno de nosotros. Es en definitiva la memoria, la que cumple la función de mantener unidas, y por sobre todas las cosas activas, a la justicia y la verdad.

Podrán escribirse las palabras mejor combinadas, exponerse los más contundentes pensamientos, pero nunca superar a la realidad que fueron aquellos tiempos de destrucción y muerte, ciclo iniciado justamente un 24 de marzo de hace 37 años. El paso del tiempo, en lugar de diluirlo, ha ido haciendo cada vez más fuerte el recuerdo de una época que jamás deberá regresar.

"Construyamos el futuro con memoria", es muchísimo más que una frase, es la síntesis más completa para entrelazar el pasado y reciente y el porvenir, ese que debe sostenerse con objetivos claros y precisos, sin la posibilidad de incluir mesianismos de pretendidos iluminados, como tantas veces hemos tenido en nuestra historia, con esa aparición sangrienta de la dictadura militar iniciada el 24 de marzo de 1976. Por eso, muchísima memoria, muchísima verdad y muchísima justicia. 

En toda la Argentina, y también aquí en Rafaela, la fecha es recordada con actos y diversas manifestaciones culturales, con un objetivo compartido, como es el de tener plenamente activada nuestra memoria.

Autor: Redacción

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