Tal como lo destaca el título de esta nota: la Argentina subió 12 lugares de golpe en el ranking mundial del "manejo de cambios", pasando del 88 al 76 puesto. Este escalafón trata de considerar la capacidad que cuenta cada país para manejar los cambios que se van produciendo en una importante en importante cantidad de áreas. Este trabajo que se realiza en forma bianual tiene como responsable a la consultora KPMG e incluye a 136 países de todas las regiones del mundo.

En la región latinoamericana y del Caribe el país mejor ubicado es Chile en el puesto 24 y el peor Haití en el 123, expresando este posicionamiento la realidad argentina, ya que estamos 52 puestos detrás del vecino chileno, y eso aún habiendo mejorado 12 puestos con relación al año anterior.

En realidad, los factores que se toman en cuenta para la elaboración de este ranking es la respuesta y adaptación de cada país para responder a los acontecimientos a corto plazo, como pueden ser desastres naturales, tendencias a largo plazo, cambios demográficos, económicos, sociales y tecnológicos. En base a la evaluación de distintas habilidades que componen tres pilares como lo son la capacidad empresarial, la de gobierno y de la población y la sociedad civil, es como se llega a la elaboración del ranking en cuestión por parte de la consultora responsable.

Hoy en día Europa se encuentra al frente en este sentido, ya que de los 10 primeros puestos 7 de ellos son ocupados por países del Viejo Mundo, ya que todos ellos demostraron tener amplias capacidades para manejar los desafíos de la región de cada uno de ellos. Esos mismos diez primeros lugares son dominados por países de altos ingresos -en realidad diez de diez en ese sentido-, y además seis de los mismos tienen poblaciones de menos de 10 millones de habitantes.

Primero se ubica Suiza, quien llegó a esa posición por primera vez, desplazando a Singapur que había estado en ese puesto en 2013 y 2015, en tanto que otra curiosidad fue que el Reino Unido logró incluirse por primera vez entre los diez mejores, habiendo fortalecido mucho su capacidad de respuesta en un momento crítico para el país como fue el Brexit. Otros de esa región que fortalecieron también su capacidad para el cambio fueron Alemania y Holanda, incorporados ahora al top ten, siendo lo más expresivo dar la nómina completa de esos sitios destacados del ranking: Suiza, Suecia, Emiratos Arabes Unidos, Singapur, Dinamarca, Nueva Zelanda, Países Bajos, Finlandia, Alemania y Reino Unido cubriendo en ese orden la decena de mejores posiciones. Ampliando más la perspectiva europea, el peor ubicado de ese continente fue Grecia en el lugar 54.

En cuanto a la primera potencia mundial, Estados Unidos, también tuvo una sensible mejoría con relación al año pasado cuando estaba en el puesto 20 y ahora pasó al 12 lugar.

Volviendo a la Argentina, y tras quedar bien destacado ese avance de una docena de posiciones, logró avanzar sensiblemente en el rubro "capacidad de la población y la sociedad civil", en el cual terminó 43, siendo en cambio mucho más pálido el puesto 83 de "capacidad empresarial", y peor todavía el lugar 107 que le correspondió por "capacidad gubernamental".

Una de las grandes sorpresas de este estudio fue Ruanda, ya que los países de más altos ingresos son los que se destacan, pero el país africano dejó constancia que no es condición indispensable para responder al cambio, ya que del lugar 69 que ocupó en 2015 pasó al 46 en 2017, ascendiendo nada menos que 23 posiciones, siendo además el único país con bajos ingresos ubicado entre los primeros 50. Un distintivo de Ruanda que provocó este meteórico ascenso fue el sólido comportamiento de su gobierno, categoría en la que resultó 21, siendo su fortaleza en ese rubro la seguridad, presupuesto, regulación y sustentabilidad.

En estos de subas y bajas, mostrando el constante vaivén que muestran los países, aparece Bhutan como el que logró el mayor ascenso pasando directamente 35 escalas, mientras que el que bajó fue Cabo Verde, deslizándose 32 posiciones.

Este trabajo es elaborado con una investigación que incluyó en esta ocasión el aporte de 1.400 expertos, además de consultas a fuentes como el Foro Económica Mundial, el FMI, la ONU y el Banco Mundial.