Editorial

Más jubilación, menos crédito

Con la reforma previsional aprobada el año pasado en el Congreso nacional, el método utilizado para la actualización de las jubilaciones parece no tener la misma velocidad en la que aumentan los precios en el supermercado o en la farmacia. El viernes el Gobierno nacional relanzó los créditos Argenta, que ahora se llaman ANSeS, que permiten otorgar hasta 80 mil pesos a los beneficiarios del sistema previsional a devolver en plazos que van de 24, 48 o 60 cuotas, sobre las que se aplicará una tasa nominal anual del 37%, el 33% y 32%, respectivamente. 

Este programa funcionó muy bien el año pasado y ahora, en medio de una crisis económicas que golpea principalmente a aquellos que cobran jubilaciones y pensiones mínimas, vuelven a escena. 

Sin embargo, la discusión que hace a la cuestión gira en torno a los aumentos de los haberes previsionales y si los mismos mantienen el ritmo de la inflación. En este contexto, un informe privado reveló en los últimos días que los jubilados registraron en lo que va del año una pérdida del poder adquisitivo del 3,86 por ciento y se encaminan a cobrar menos que en diciembre de 2015. El sondeo consideró que el principal problema es que se genera un atraso entre que se produce el aumento de los precios y se traslada la medición a los jubilados.

El trabajo elaborado por el Estudio Tróccoli, especializado en derecho previsional, señaló que el Gobierno nacional aplica desde marzo la nueva fórmula de movilidad para las jubilaciones compuesta en un 70% de la variación de precios que informa el INDEC y el 30% de un índice salarial publicado por la secretaría de Seguridad Social denominado RIPTE (Remuneración Imponible Promedio de los Trabajadores Estables). Se trata de la metodología producto de la reforma sancionada por senadores y diputados senadores a fin del año pasado, en un marco de violencia que se registró en las inmediaciones del Congreso. 

De acuerdo al informe, la pérdida del poder adquisitivo de los jubilados en lo que va del año es del 3,86% a la vez que advirtió que si 2018 finaliza con una inflación del 30% los jubilados cobrarán 8% menos que en diciembre de 2015. En tal sentido, indicó que la fórmula originaria del Ejecutivo hubiera dado una movilidad del 29,65%, contra un 28,83% de la actual.

Para el Estudio Tróccoli, la fórmula que regía anteriormente hubiera pagado mejores jubilaciones durante el año, más allá de igualar los haberes a diciembre. Al respecto, puntualiza que en el esquema actual, los precios suben durante nueve meses y en marzo se paga solo la medición de julio a septiembre del año anterior. 

Por último, el informe deja en evidencia la dimensión de este perjuicio al sostener que el último aumento que recibieron los jubilados antes del cambio de fórmula fue en septiembre de 2017, desde entonces hasta hoy, las jubilaciones subieron solo un 11,4%. ¿Y cuánto la inflación desde octubre del año pasado hasta ahora? Más del 20% según el INDEC, por tanto la comparación no resiste demasiado análisis. 

El Gobierno nacional envió al Congreso un proyecto para cambiar la fórmula de ajuste de las jubilaciones y logró que sea aprobada, perjudicando tal como se observa los ingresos de los beneficiarios del sistema previsional. Pero ahora destaca el relanzamiento del programa de créditos y pone acento en el discurso sobre el compromiso para con la clase pasiva. Más allá de las palabras, en los hechos todo se presenta como contradictorio. 

En cierta forma, la plata que antes les correspondía a los jubilados por ser parte de sus haberes ahora se las prestan y la deben devolver con intereses. No queda bien, para nada, quizás hasta sea perverso.  

Tampoco queda bien que la ANSeS promocione su línea crediticia como la que tiene la "tasa más baja del mercado". También es algo perverso considerando que se trata de tasas superiores al 30%. Pueden ser las más bajas, pero no dejan de ser leoninas. Punto en contra para el organismo y su equipo creativo. 

En este mismo escenario, cuesta creer las palabras que pronuncia el Presidente al hablar ante un grupo de jubilados de Quilmes cuando, al presentar el programa de créditos, afirma que el objetivo de su gobierno es "seguir cerca porque para nosotros gobernar es cuidar,  que el Estado esté para dar una respuesta, especialmente para ustedes que llevan ya una vida de aportar, de trabajar, de ayudar a construir este maravilloso país".

Sí es justo reconocer que el programa de Reparación Histórica permitió, como apuntó el jefe de Estado, que 1.300.000 jubilados pudieran "cobrar lo que tenían derecho" a través de un mecanismo de recomposición de sus haberes. ¿Pero los que no calificaron para este plan? Se embromaron, al igual que con la fórmula de actualización vigente.

Autor: REDACCION

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