Editorial

Más habitantes

Más habitantes

El departamento Castellanos, del cual es cabecera nuestra ciudad, de acuerdo con datos provisorios del Censo 2010, integra una lista junto a San Lorenzo y Las Colonias, que son los que mayor crecimiento tuvieron en número de habitantes. Con mayor exactitud, se habla de 181.381 personas que lo habitan, con una expansión estimada en el 10 por 1.000 por sobre el promedio de la Provincia que fue de 7 por 1.000.
Por ahora, como se trata de resultados preliminares, se desconoce si el aumento poblacional es genuino, o bien se trata de la consecuencia del desplazamiento migratorio. Es decir, de gente que vino desde otros lugares, para lo cual tendría una influencia muy importante en el total la ciudad de Rafaela, que en los últimos años fue receptora de  muchos nuevos habitantes, llegados en la búsqueda de trabajo, o bien de una oportunidad que en otros lugares se les negaba sistemáticamente.
Algo curioso, pasando al ámbito total de la provincia de Santa Fe, es que la misma tuvo en estos últimos 10 años una tasa de crecimiento demográfico inferior a la nacional, ya que en este último caso en 50 años duplicó su población, mientras que en Santa Fe creció el 70% pasando de 1,8 millón de 1960 a 3,2 millones de los habitantes actuales.
Algunos otros datos que fueron anticipados respecto a la Provincia, es que tiene 1.186.390 viviendas, lo cual significa que hay una por cada tres habitantes, constituyendo ello el grueso de una información que todavía no había sido procesada con un mayor desmenuzamiento, para conocer de qué tipo de viviendas se trata.
En junio que viene se podría contar con un mayor informe sobre los resultados del Censo, y aunque no definitivo, ya se sabrían los datos sobre las ciudades, por lo cual ahí se develará si Rafaela ya alcanzó los 100.000 habitantes, como lo hace presumir la cantidad total del Departamento.

Se desplomó Evo

Como consecuencia del efecto del "gasolinazo" que se trató de imponer poco tiempo atrás en Bolivia, del cual luego se debió dar marcha atrás por la fuerte protesta popular que amenazaba la estabilidad institucional, el presidente Evo Morales vio como se derrumbó su popularidad e imagen, llegando al nivel más bajo desde que ocupa la primera magistratura, con apenas 30 puntos.
La fallida alza del 83% por ciento que trató de imponer al combustible, que puso al país el borde del estallido social, resultó contundente para que se generalizara el repudio hacia Morales, incluso de sectores que tradicionalmente lo habían venido apoyando poco menos que incondicionalmente. Así fue que Evo bajó a un 30% de respaldo y 67% de desaprobación, lo cual deja a su gobierno frente a una complicada situación, ya que -bien puede decirse- nada volverá a ser como entonces, pues ahora se tienen muchas dudas respecto a la capacidad de administrar y planificar, pues antes de anunciar una medida tan grave como la del gasolinazo, se debió tener previsión sobre las posibles consecuencias, que fueron decididamente desconocidas por el Gobierno, al punto tal que tras el anuncio se debió retroceder por la revuelta popular en gestación.
Bolivia es un país con 10 millones de habitantes, la gran mayoría de ellos sumidos en la pobreza, con ingresos bajísimos que no alcanzan siquiera para la alimentación. Justamente esta franja de la población, en su mayoría de ascendencia indígena, fue la que siempre había sido incondicional respaldo de Morales, pero ahora también se sumó a las reclamaciones, pues con la desmesurada suba del precio del combustible, vería todavía más dañada su condición socioeconómica.
Aún cuando Morales viene gobernando Bolivia desde 2006 con amplio respaldo, al punto de no haber perdido ningún comicio desde entonces, es la primera vez que tuvo un revés de estas características. No alcanzaron sus palabras de "la gente es la que manda" cuando retrocediò con el aumento del 83% dispuesto para el combustible, para alivianar la tensa situación, ya que su posición a futuro quedó muy comprometida. Al punto que si bien los analistas políticos del país no arriesgan demasiado en ese sentido, en cambio los de alcance internacional, consideran que le resultará muy difícil a Evo volver a recuperar el respaldo que tuvo en momentos anteriores.

Autor: Redacción

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