Región

María Antonia Delfino llamarán a una calle de esta ciudad

SUNCHALES (De nuestra Agencia). - Tal como dijéramos en la edición de la víspera, el pasado jueves el Concejo Municipal desarrolló una nueva sesión ordinaria y cuyo extenso temario por razones de espacio no pudimos mencionar en su totalidad, ayer, desde el área prensa del Cuerpo Legislativo se emitió un informe de prensa relacionado con uno de los despachos de comisión que tuvieron curso favorable, informe que ofrecemos en esta página.
En su Sesión Ordinaria del jueves 27 de julio, el Concejo Municipal en pleno aprobó una Ordenanza para designar el nombre “María Antonia Delfino” a una calle pública de la ciudad, como reconocimiento a su compromiso ciudadano, su participación desinteresada en organizaciones y su lucha por los derechos.
El proyecto fue presentado por la concejal Andrea Ochat, quien expresó en aquel momento que “Mary, como todos la conocieron, nos recuerda a una mujer y una ciudadana que vivió comprometida con este rol dentro de su comunidad. Desde sus diversas facetas, en los innumerables espacios de los que participó, con su compromiso con lo común, con el prójimo, con los derechos, dejó su ejemplo y su huella”.
La Concejal agregó luego que “nombrar a Mary Delfino es hablar de respeto, solidaridad, educación, deporte, defensa del ambiente, justicia, participación política, familia, amistad y, también, es hablar de una lucha constante y consciente por mejorar las condiciones de vida de la comunidad, aún a riesgo de su propia vida. Y su herramienta siempre fue la educación y el ejemplo de ciudadanía comprometida”.

Fundamentos
En la fundamentación de la iniciativa aprobada, la autora utilizó palabras de Mirta Rodríguez y Fernando Calamari. El historiador local la definió como una mujer de coraje, al referirse a ella, a partir de su testimonio, en la ponencia “La dictadura cívica-militar en Sunchales, 1976- 1983”.
En cuanto a los conceptos de la periodista local, los mismos se refieren a su paso por el deporte: “La conocí a Mary cuando la década del sesenta caminaba hacia su fin. El básquetbol femenino identificado con los colores verde y blanco del Club Atlético Unión comenzaba una etapa de gloria en las nuevas instalaciones que la entidad estaba construyendo a la vera de Avenida Belgrano. Dentro de ese grupo de deportistas, que supo cosechar valiosos éxitos, Mary se constituyó espontáneamente en una líder que marcaba rumbos con su constancia y entrega. Hasta la chicharra final nunca se daba por vencida y siempre marcaba el rumbo. El camino de la vida la llevó luego a diversificar su aporte a nivel club y cada iniciativa la contaba no sólo como partícipe sino como responsable creativa y convocante, siendo claros ejemplos de ello, por citar sólo algunos, los renombrados carnavales unionistas, la ceremonia inaugural de la Fiesta del Fútbol Infantil en sus primeras 15 ediciones, los torneos interprovinciales de básquetbol femenino Ciudad de Sunchales y las comparsas que durante casi dos décadas fueron dignas representantes de la institución verde y blanca en las fiestas carnestolendas de la ciudad y región”.
Más adelante, Mirta describe: “la década infame de la feroz dictadura que azotó a nuestro país allá por los años setenta, también alcanzó al hogar de Mary y sorpresivamente y por defender los derechos e identificarse con un partido político en momentos en que todas las actividades constitucionales habían sido arrasadas a partir del golpe de estado del 24 de marzo del ’76, su esposo y su hermano fueron detenidos y torturados durante largo tiempo. A pesar del dolor y con sus criaturas a cuesta, Mary no se amilanó y comenzó a peregrinar golpeando puertas porque se desconocía el lugar donde estaban los injustamente detenidos. Imposible ponerse en su piel para tratar de entender sus vivencias de aquellos días, pero nunca abandonó la lucha en búsqueda de saber dónde estaban sus seres queridos y luego por la libertad de los mismos”.
Entre los fundamentos del proyecto aparece además su compromiso con la educación, la cual era para ella una herramienta que debía llegar a todos y por ello trabajó incansablemente cada minuto de su vida, desde que impulsó la creación y se desempeñó como maestra en el Jardín de la Vecinal del Barrio Colón, en la década del setenta, y luego en la “Guardería” en el Club Atlético Unión. Prosiguió luego, ocupándose de brindar clases de apoyo escolar en su casa a quien lo necesitara, no importaba el nivel educativo que cursara. Durante muchas horas, a lo largo de muchos años, una innumerable cantidad de alumnos pasaron por su casa, muchas veces sin que les cobrara y llevándose el conocimiento, pero también el consejo y el ejemplo.
Ella estaba convencida de que la educación era la base para el desarrollo de personas libres y críticas y la formación de ciudadanos comprometidos con mejores sociedades. Esa convicción la llevó a trabajar sin descanso, junto a sus compañeras del Partido Comunista, en la elaboración de una propuesta educativa que fuera luego presentada en su participación en los debates que se dieron en la ciudad, en el marco del Congreso Pedagógico Nacional, ni bien recuperada la democracia y donde cada espacio político hacía su aporte para reconstruir la educación.
También participó con su valioso trabajo y su mirada crítica en la Vecinal del Barrio SanCor. Además conformó las listas de candidatos a Concejal en representación del Partido Comunista.
Como mujer comprometida con su comunidad y con su tiempo se sumó a las luchas que la realidad del momento requiriese y así las marchas “Ni una Menos” la encontraron entre sus fieles participantes, siempre acompañando y predicando con el ejemplo.












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Marilu Colautti <marilu.laopinion@gmail.com>
11:46 (hace 4 horas)
para Prensa

Muchas gracias, para la edición de mañana pensaba usar esto o lo del 19 de octubre.

Buen finde

Marilú

Autor: REDACCION

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