Editorial

Maravilla argentina

Las cataratas del Iguazú, una obra de inmensa belleza que nos regaló la naturaleza, parte aquí y otra en Brasil, aunque patrimonio del mundo, como no podía ser de otra manera, hace apenas unos días -ese curioso 11-11-11 que se da sólo cada 100 años- fue elegida como una de las nuevas 7 maravillas del planeta tierra. La elección comenzó en 2007 organizada por la organización New y Wonders con  sede en Suiza, ofreciéndose 440 lugares como candidatos a ser "maravillas", pertenecientes a 220 países, de los cuales quedaron 28 sitios finalistas, entre los que por supuesto se contó la finalmente elegida Cataratas del Iguazú.

Este lugar en la provincia de Misiones, ya en 1984 había sido declarado Patrimonio Natural de la Humanidad por parte de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.

Los otros seis sitios elegidos, son la Selva Amazónica, que involucra a 8 países sudamericanos; la Bahía Halong, en Vietnam; la Isla Jeju, en Corea del Sur; la Isla Komodo, en Indonesia; el río subterráneo de Puerto Princesa, en Filipinas; y la Montaña de Mesa, en Sudáfrica.

De todos modos, conviene dejar en claro que se trata de un resultado provisional, que puede llegar a experimentar alguna variante, pues todavía restan contabilizarse los votos por telefonía digital, lo cual se conocerá definitivamente recién a principios del año que viene, si bien, las Cataratas del Iguazú se da por seguro que estarán inamovibles ya que fue uno de los lugares que mayor cantidad de votos recibió.

Las cataratas, con sus 275 saltos y la mayor atracción de todos el conocido como Garganta del Diablo en el lado argentino, constituye un lugar fascinante, que sedujo a los conquistadores y que hoy es visitada por un millón de turistas al año, cantidad que seguramente se incrementará de manera muy importante luego de esta distinción que reforzará su atractivo y la incluirá en los ofrecimientos como sitio turístico de todas las agencias en el mundo.

Uno de los principios fundamentales que se tuvo en cuenta para la selección de sitios candidatos, fue que tuviesen la menor intervención posible del hombre, destacándose especialmente la preservación medioambiental. Un caso del cual las cataratas del Iguazú son verdadero ejemplo pues siguen rodeadas de naturaleza semivirgen, y tanto los senderos como los más de 7.000 metros de pasarelas rebatibles fueron diseñados y construídos de manera de minimizar el impacto sobre el medio ambiente. 

Los estandares de calidad que hoy tiene Iguazú están en lo más elevado a nivel internacional, habiendo confluído en ese objetivo el trabajo conjunto de la Administración de Parques Nacionales, el Ministerio de Turismo de la Nación y la empresa concesionaria Iguazú Argentina, recordándose que los lugares poblados se encuentran a considerable distancia, no afectando para nada el lugar. De nuestro país el más pequeño Puerto Iguazú, en tanto que en tierra brasileña está la importante ciudad de Foz do Iguazú.

Algo para destacar, es que si bien las Cataratas poseen un valor y atractivo muy singular que por si mismo sobraría para esta evaluación internacional en la que fue finalmente elegido, hubo detrás una tarea de respaldo para alcanzar el objetivo, consistente en una campaña que contribuyó fuertemente a incentivar el envío de votos de apoyo mediante la utilización de internet, participando de la misma, por ejemplo, el astro futbolístico internacional Leonel Messi, con la filmación de un video promocional.

El continente más favorecido resultó Asia con cuatro sitios elegidos, luego América del Sur con dos y finalmente Sudáfrica con uno. Es que son justamente estos continentes, donde aún se preservan lugares en que hubo escasa participación del hombre para modificar sus condiciones naturales. También fue un premio para eso, incentivando de tal manera la preservación del medio ambiente y la naturaleza, que parece ser la consigna más fuerte que se proyecta hacia el futuro, considerando los graves daños que está provocando el cambio climático, consecuencia de actividades humanas que alteraron ciertos equilibrios naturales, cuyas ulterioridades todavía no han sido medidas en la verdadera magnitud que pueden llegar a tener, aunque algunas de las cuales están a la vista de todos, como el deshielo de los casquetes polares, las aumentos de nivel de los mares y la desertificación incontenible.

Debemos sentirnos orgullosos los argentinos en tener en nuestro suelo las Cataratas del Iguazú, maravilla del mundo.

Autor: Redacción

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