El sábado pasado, el artista Manuel Wirtz se presentó en Rafaela, precisamente en el Salón de la Sociedad Rural de Rafaela, de la mano de Canavesio Eventos. En un show íntimo que duró alrededor de una hora y media, recorrió su amplio repertorio. 
Algo destacable fue su relación con el público, desde el comienzo del espectáculo. Quienes asistieron afirman que se sintió cercano, por su amabilidad y su contacto con quienes estaban allí, del otro lado del escenario. Había jóvenes y también muchas parejas disfrutando de la velada. 
Ya en la primera canción rompió el hielo, bajó y se metió entre el público; recorrió todo el lugar. Su histrionismo no pasó desapercibido, una combinación justa entre su trabajo como cantante y su personalidad actoral. 
Con una gran impronta, Manuel Wirtz cautivó a un público expectante y ansioso de volverlo a ver. Según él, su última visita a Rafaela fue en el año 1995. De hecho, preguntó entre risas y aplausos quien había estado ahí, aquella primera vez. En esa dinámica con el público, surgió algo anecdótico: alguien le había mandado un mensaje por Instagram y él confesó que se encarga él mismo de contestar uno por uno. Así que en el momento, en vivo, buscó entre los mensajes y le dio la respuesta. 
Cabe destacar que se lo notó todo el tiempo muy presente en el lugar en el que estaba, ahí, siendo parte. Hizo chistes e hizo participar a los presentes con su coro.
Con una calidez humana que trasciende al artista, Manuel Wirtz vivió una noche memorable en Rafaela y también hizo que la gente se vaya a su casa feliz de haber estado allí.
Para concluir, en su última canción, expresó genuinamente: "Gracias porque me han hecho muy feliz". 
Luego del recital, quien lo deseaba se podía quedar a disfrutar de la fiesta retro con Jota Ochat.