CARACAS, 19 (AFP-NA). - Tras varios días de tensión en
Venezuela, el presidente electo Nicolás Maduro tomará posesión hoy de la Presidencia del país ante varios jefes de
Estado extranjeros, a pesar del recurso interpuesto por la
oposición, que pide el conteo del 100% de los votos de las elecciones del último domingo.
Varios cazas Sukhoi y helicópteros militares sobrevolaban el
cielo de Caracas cerca del mediodía en un aparente ensayo para el
desfile militar en el Paseo de los Próceres, que se realizará tras
la toma de posesión en la Asamblea Nacional de Maduro, el "primer
presidente chavista" de Venezuela sucesor del fallecido Hugo
Chávez, a la que no asistirán los diputados opositores.
En un momento en que parece haber retomado el control de la
situación después de las movilizaciones convocadas por la
oposición en rechazo a su asunción, Maduro esperaba recibir el apoyo
de la Unión Suramericana de Naciones (UNASUR), que celebra el
jueves una cumbre presidencial de emergencia en Lima para tratar
la crisis política del país.
A esa cumbre asistía el canciller Elías Jaua, según confirmó
él mismo en su cuenta de Twitter, aunque con las horas se confirmó que el propio Maduro participaría del cónclave de la UNASUR, donde convergían los presidentes de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, de Brasil, Dilma Rousseff, de Uruguay, José Mujica, y de Perú, Ollanta Humala.
La presidenta Cristina Kirchner
anticipó -por twitter- el respaldo que iba a brindar esta madrugada la Unasur a Maduro y advirtió que "no se
puede aceptar el desconocimiento a la voluntad popular y a las
instituciones de la democracia".
Después de la cumbre, que se celebrará hacia las 21H30 hora de
Lima (02H30 GMT del viernes), las delegaciones podrían trasladarse
a Caracas para participar en los actos de investidura, con
representantes de un total de 20 países.
"Todos debemos reaccionar acabamos de Derrotar un Golpe de
Estado y ellos van a continuar con el Saboteo a la Vida del país.
Alerta a Tod@s", escribió Maduro en su cuenta en Twitter,
recordando los ochos muertos que, según el gobierno, dejó la
movilización del lunes -con un sonoro cacerolazo en todas las
ciudades del país-, convocada por el líder opositor Henrique
Capriles en protesta por la proclamación de su rival en las urnas
ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) sin antes contar todos
los votos.
El joven gobernador opositor, que no reconoce el ajustado
margen de 1,8 puntos que le dio la victoria a Maduro, espera una
decisión del CNE sobre el recurso que presentó el miércoles su
campaña, pidiendo el recuento de votos basándose en denuncias de
irregularidades.
Sin embargo, analistas consultados por la AFP dudan mucho de
que ese recurso prospere, sobre todo después de que el Tribunal
Supremo de Justicia (TSJ) dijera el miércoles que el conteo manual
no existe.
"En Venezuela hay una parcialización de todos los poderes
públicos y sobre todo en el poder electoral", opinó a la AFP la
internacionalista María Teresa Romero.
Mientras Maduro recibía un apoyo casi unánime de sus vecinos
latinoamericanos, aunque con matices, Capriles era apoyado en su
demanda de recuento de votos por Estados Unidos y también por la
Unión Europea, aunque esta última tomó nota de su elección.
El heredero de Chávez recibió un fuerte apoyo de tres de sus
socios del Mercosur, Brasil, Argentina y Uruguay, cuyos
presidentes, Dilma Roussef, Cristina Kirchner y José Mujica,
asistirán a la ceremonia de asunción el viernes.
Brasil esgrime el principio de no intervención para abstenerse
de comentar la crisis política venezolana. Paraguay, el quinto
miembro del Mercosur está excluido del organismo regional y, al
igual que Panamá, no reconoció a Maduro.
Y desde luego, los países del Alianza Bolivariana de Nuestra
América (ALBA), integrado por Cuba, Ecuador, Bolivia, Nicaragua y
tres Estados insulares caribeños y liderados por Venezuela, le
dieron su apoyo entusiasta a Maduro.
Estados Unidos, principal comprador del petróleo venezolano con
900.000 barriles diarios pagados en efectivo, no ha reconocido a
Maduro, pide el recuento de los votos y no enviará delegación
alguna a la investidura.
"No reconozcan nada, no nos importa su reconocimiento. Nosotros
hemos decidido ser libres y vamos a ser libres e independientes,
con ustedes o sin ustedes", reaccionó Maduro en respuesta a
Washington.
La Unión Europea se limitó a tomar nota del anuncio de su
elección por el CNE, y señaló que los recursos de la oposición
ante este organismo debían ser "debidamente" examinados.
Los temores en la oposición sobre inminentes represalias
judiciales aumentaron este miércoles, después de que el gobierno y
la fiscalía responsabilizaran a Capriles de la muerte de ocho
simpatizantes en las protestas del lunes. En respuesta, el líder
opositor responsabilizó a Maduro de los miles de muertos que hubo
en Venezuela en los últimos meses debido a la violencia.