CARACAS, 21 (AFP-NA). - El presidente de Venezuela,
Nicolás Maduro, amenazó este jueves a la cadena televisiva CNN con
bloquear su difusión si no rectifican su programación, a la que
acusó de querer hacer ver que en el país hay una "guerra civil".
"Yo le pedí a a la ministra (de Comunicación, Delcy Rodríguez)
que notifique a CNN que ha empezado el proceso administrativo para
sacarlos de Venezuela si no rectifican. Se va CNN de Venezuela. Ya
basta de propaganda de guerra", dijo Maduro en cadena nacional de
radio y televisión.
"Yo estaba ahorita en la oficina y estaba viendo CNN. Las 24
horas al día su programación es de guerra. Ellos quieren demostrar
en el mundo que en Venezuela hay una guerra civil y en Venezuela
el pueblo está trabajando!", dijo.
La semana pasada el gobierno venezolano hizo retirar de las
parrillas de las cableras el canal de noticias colombiano NTN24,
al cual imputo tratar de generar "zozobra" en la población, cuando
transmitía disturbios tras una marcha de estudiantes y opositores.
NTN24 pretendía "transmitir la zozobra de un golpe de Estado
como el 11 de abril (de 2002, contra el entonces presidente Hugo
Chávez). ¡Fuera del aire NTN24!", dijo Maduro la semana pasada en
un mensaje desde el palacio de Miraflores.
Inflexible y decidido a resistir las presiones, Maduro culpó a la oposición de haber destruido colectivos de servicio público, asegurando que "esta es la prueba del odio que tiene alguna gente contra el pueblo, la prueba del odio del fascismo contra un país que quiere progresar", y aseguró que "uno por uno los vamos a capturar, uno por uno voy por ustedes", en referencia a la oposición y sus dirigentes.
En tanto, el gobierno venezolano "repudió
tajantemente" este jueves las declaraciones del presidente
estadounidense, Barack Obama, que la víspera condenó la
"inaceptable" violencia durante las manifestaciones estudiantiles
en Venezuela y llamó a liberar a los detenidos.
Además, el Gobierno ordenó desplazar un
batallón de paracaidistas a San Cristóbal (oeste), cuna de las
actuales protestas universitarias, para reforzar el control de los
accesos a esa urbe donde según el gobierno operan paramilitares,
anunció este jueves el ministro de Interior, Miguel Rodríguez.
ESTUDIANTES
POR LA PAZ
Armados con flores blancas,
unos 500 estudiantes venezolanos se reunieron este jueves en una
plaza de Caracas para exigir el cese de la violencia desatada en
las últimas dos semanas de manifestaciones, con saldo de cuatro
muertos, y que los jóvenes atribuyen a grupos afines al gobierno.
La Plaza Sadel, en el sector chic de Las Mercedes (este de
Caracas), fue el punto de encuentro de los manifestantes para
hacer una oferta de paz simbolizada con flores blancas, sean
margaritas, claveles o rosas.
Una leyenda de "SOS", salpicada de flores y banderas de
Venezuela, fue formada por un grupo de jóvenes que, desafiando un
sol inclemente, se tiraron en el pavimento mientras el resto
guardaba minutos de silencio por cada una de las víctimas fatales
de las protestas opositoras.
Esta concentración ocurre luego de que la noche del miércoles
al jueves se librara la más intensa de las batallas callejeras
desatadas hace una semana entre grupos radicales y fuerzas del
orden, en el acomodado sector de Chacao, en el este de Caracas y
bastión de la oposición.
"Ya va una semana (de protestas en Caracas) pero no estoy
cansado, eso no existe. Estamos aquí para llamar al diálogo, a la
reconciliación, es imposible vivir en estas condiciones, un país
dividido es un país sin futuro", dijo a la AFP Alí de Castro,
contador de 36 años.
Las protestas en Venezuela comenzaron hace dos semanas en la
ciudad de San Cristóbal (este), cercana a la frontera con
Colombia, para denunciar la ola de inseguridad que sacude al país
y tras el intento de violación de una estudiante en la Universidad
de Los Andes.
Desde entonces, las manifestaciones se han extendido por
distintas localidades del país y en Caracas, la capital, que el 12
de febrero fue escenario de la mayor manifestación contra el
gobierno de Nicolás Maduro, que asumió en abril de 2013.
Al reclamo por la inseguridad se ha sumado la denuncia de la
crisis económica y la demanda de que se cese la represión policial
y se libere a los detenidos, entre ellos el dirigente opositor
Leopoldo López, uno de los principales promotores de las protestas.
El gobierno tacha las protestas de "golpe de Estado en
desarrollo" de sectores de la oposición ligados a grupos
conservadores de Estados Unidos y Colombia.