Hablando de vascos, digamos que muchos se dedicaron a la actividad tambera, sobre todo en la provincia de Buenos Aires, a tal punto que un vasco francés de apellido Uthuralt fundó en 1908 una empresa láctea, que denominó “La Vascongada”, muy conocida.
La leche y el yogur conocido antiguamente como “cuajada”, venían en recipientes de vidrio transparentes: la leche en botellones y el yogur en potes. También elaboraba dulce de leche y cerró sus puertas en 1995.
Además eran vascos los que proveían leche a la empresa Kasdorf S.A. propietaria por aquel entonces de la marca “Las Tres Niñas”.
Otra láctea en este caso líder, fue “La Martona” ubicada en Cañuelas fundada por Vicente Casares seguramente abastecida por vascos lecheros. Su marca de fábrica obedecía al nombre de Marta Casares, hija del fundador y madre del escritor Adolfo Bioy Casares. En su esplendor contaba además de los externos, con 46 tambos propios.