Locales

Los trabajadores rurales conmemoran su Día

Levantarse temprano. Madrugadas frías, con heladas o con lluvia. Arriba del caballo o del tractor. Llevar el ganado de potrero en potrero. Arar la tierra, sembrar la semilla. Hacer los fardos. Darle alimentos balanceados a las vacas, preparar la leche en polvo para los terneros. Y por supuesto ordeñar. A veces arreglar alambrados. Esa es la vida de los trabajadores rurales en la Argentina. 
Hace muchos años, ser trabajador rural implicaba estar arriba de un caballo mucho tiempo. Incluso trasladar la hacienda por caminos rurales con la ayuda de los perros. O agarrar la pala para sacar los cardos del campo. Y ordeñar a mano, así nada más. La actividad no se detenía nunca, había que estar disponible los 365 días del año. Y muchas horas cada jornada, más aún en tiempos de cosecha. 
Más acá en el tiempo hubo que aprender cosas nuevas de la mano del avance de la tecnología y los cambios en la alimentación de los animales. Hubo que conocer el funcionamiento del boyero eléctrico, de cómo mezclar los suplementos e incluso cómo gestionar un feedlot. Y ni hablar de los cambios en los implementos o maquinarias agrícolas, cada vez más complejos. 
Hoy, como cada 8 de octubre, es el Día del Trabajador Rural en la Argentina. La fecha recuerda la sanción del primer Estatuto del Peón de Campo, ocurrida el 8 de octubre de 1944 durante el gobierno de facto del general Edelmiro Julián Farrell, cuyo secretario de Trabajo era el luego presidente Juan Domingo Perón. Además, la fecha establecida por la resolución 7/2004 de la Comisión Nacional del Trabajo Agrario es en honor al natalicio de Juan Domingo Perón (8 de octubre de 1895 en Lobos).
La norma fue redactada por Tomás Jofré y propuesta a Farrell para su aprobación por el coronel Perón, quien se desempeñaba como secretario de Trabajo y Previsión. Este Estatuto representó un gran avance para la época porque, entre otros aspectos, establecía medidas en defensa del salario del peón y la estabilidad del trabajador, el pago en moneda nacional, la ilegalidad de deducciones o retenciones, salarios mínimos, descansos obligatorios, alojamiento en mínimas condiciones de higiene, buena alimentación, provisión de ropa de trabajo, asistencia médico-farmacéutica y vacaciones pagas. 
No se trató de una medida aislada, sino que era parte del inicio de las políticas sociales nacionalistas desarrolladas por la dictadura militar emergente de la Revolución de 1943. "Significó un visible cambio en las estancias, en muchas de las cuales se mantenían prácticas semi-serviles y paternalistas heredadas incluso de la época colonial. Generó la reacción inicial de prácticamente todos los sectores empresarios agrarios, no obstante la oposición no logró cambiar la decisión del gobierno", señala un proyecto de declaración del diputado mendocino, Pedro Miranda, del 2016.
"La legislación laboral que amparó a los trabajadores rurales favoreció el desarrollo del sindicalismo moderado que propiciaba la Confederación General del Trabajo. Las nuevas leyes sobre asociaciones profesionales condujeron a la creación, en 1947, de una central nacional única de los trabajadores rurales, denominada Federación Argentina de Trabajadores Rurales y estibadores (FATRE), más tarde transformada en la actual Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE)", agrega Miranda.  
El estatuto fue luego derogado por otro gobierno militar, restituido en 1974 y vuelto a derogar por el “proceso de reorganización nacional” en 1980, para ser reinstaurado y actualizado en el año 2011. Ese año, la Presidencia de la Nación elevó al Congreso de la Nación un proyecto de nuevo Estatuto del Peón Rural, que amplía los derechos laborales de los asalariados rurales. El proyecto fue aprobado en general por 68 votos a favor y 1 voto en contra -del senador Carlos Menem-. La nueva normativa creó un nuevo régimen previsional que reduce de 65 (60 en el caso de la mujer) a 57 años la edad jubilatoria y a 25 los años de aportes, e incorpora una licencia por paternidad de 30 días. La ley reconoce además a los peones rurales remuneraciones mínimas determinadas por el Consejo Nacional de Trabajo Agrario, que no podrán ser menores al salario mínimo vital y móvil, y fija períodos y lugares de pago. También fija en ocho horas la jornada laboral (44 horas semanales), reconoce el pago de horas extras, el descanso semanal y mejores condiciones adecuadas de higiene y seguridad como requisitos básicos de la actividad.  

SE CELEBRA 
MAÑANA

A través del Boletín Oficial, se dio a conocer que la Comisión Nacional de Trabajo Agrario modificó la fecha de celebración del Día del Trabajador Rural. La fecha por ley es el 8 de octubre, pero este año se festejará el 9 de octubre
“Trasládese, con carácter excepcional, sólo para el corriente año, la conmemoración del “Día del Trabajador Rural”, al día 9 de octubre de 2023”, expresa la resolución. Al mismo tiempo, argumenta que es a los fines de que los trabajadores puedan celebrar en dicha fecha su día, con todos los alcances de la ley.
A los efectos remunerativos regirán las mismas condiciones establecidas por el Régimen de Trabajo Agrario. Este año, el 8 de octubre, cae domingo, por lo que se decidió pasarlo al lunes para que los trabajadores disfruten de los beneficios.






Autor: REDACCION

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web