Editorial

Los países de la región

Mientras la Argentina se debate en materia económica con sus propios fantasmas, los países vecinos reflejan resultados positivos en distintos frentes. En nuestro país el déficit de la balanza comercial se ha transformado en una mochila cada vez más difícil de cargar, en Brasil Brasil se informó esta semana sobre un superávit comercial de 6.142 millones de dólares en abril, aunque el saldo positivo fue un 11,8% menor que en el mismo periodo de 2017, debido a menos exportaciones y más importaciones, según datos oficiales.

En el cuarto mes del año, las exportaciones brasileñas totalizaron 19.932 millones de dólares en tanto que las importaciones sumaron 13.790 millones, precisó el Ministerio de Desarrollo y Comercio Exterior (MDIC). Pese a todo, se trata del mayor superávit de abril desde el inicio de la serie histórica en 1989. Entre enero y abril, el saldo comercial favorable suma USD 20.090 millones, un 6% menos que la cantidad récord que se batió en el primer cuatrimestre del año pasado. 

En tanto, el acumulado de 12 meses, el superávit totaliza 65.715 millones de dólares, todavía un 17,8% por encima del periodo mayo 2016-abril 2017. Los principales mercados para los productos brasileños fueron China (USD 5.781 millones), Estados Unidos (USD 2.303 millones) y Argentina (USD 1.667 millones).

El aumento de las importaciones también se registró en todas las categorías económicas durante este mes, especialmente en los bienes de capital (+36,2%), seguidos por los bienes de consumo (+12,2%), los intermedios, además de los combustibles (+6,3%).

Los mayores proveedores para el gigante sudamericano en abril fueron Estados Unidos (2.356 millones de dólares), China (USD 2.353 millones) y Argentina (USD 973 millones). Como se puede observar, Brasil tiene un resultado favorable en lo que hace a comercio exterior con la Argentina de 700 millones de dólares en abril. 

Asimismo, el informe oficial señala que en 2017, Brasil tuvo un superávit récord de 67.001 millones de dólares, gracias a una supercosecha de granos y al aumento de precios de los bienes primarios. Para este año, el MDIC prevé un excedente de 50.000 millones de dólares, a causa de la estabilización de los precios y la recuperación de la economía, que demanda una mayor importación de insumos.

En tanto, un informe del Instituto de Desarrollo Social Argentino advierte que la decadencia argentina no solo se manifiesta comparando su desempeño con los países más desarrollados. Más cercanamente, Uruguay y Chile demuestran que con un poco más de seriedad, racionalidad y sentido común en el diseño e instrumentación de las políticas públicas se pueden lograr mejores resultados.

En tal sentido, afirma que en los estudios sobre el desarrollo económico y social, la Argentina aparece como un caso atípico por la sistematicidad y la profundidad de su decadencia.

Datos de la CEPAL sobre evolución del producto bruto interno per cápita (PBI) medido en dólares a precios constantes aportan evidencias para este interrogante. Según esta fuente, entre los años 2000 y 2016 el PBI per cápita en dólares de la Argentina creció un 24%. En el mismo período, los países vecinos mostraron el siguiente desempeño: en Brasil el PBI per cápita en dólares creció un 22%; en Chile creció un 50% y en Uruguay un 62%.

Para Idesa, estos datos confirman el pobre desenvolvimiento de las economías argentina y brasileña. Máxime si se tiene en cuenta que la región disfrutó de un contexto internacional inéditamente favorable, tanto por los altos precios de sus exportaciones como por las muy bajas tasas de interés. En ambos países el crecimiento del PBI per cápita medido en dólares fue de apenas 1,3% promedio anual en los últimos 16 años. En cambio, Chile y Uruguay muestran mejores desempeños.

En este escenario, el caso que provoca mayor sorpresa es Uruguay. Un país del tamaño de una provincia argentina o brasileña, geográficamente incrustado entre ambos y con altos niveles de integración con ambos gigantes del cono sur, logró expandir su producción en lo que va del presente siglo casi 3 veces más que Argentina y Brasil.

El análisis señala que los principales factores que diferencian a Uruguay y Chile de sus grandes vecinos son un menor desorden fiscal, mayor respeto a las instituciones, mayor consistencia con estrategias que elevan la productividad y un trabajo más sistemático de búsqueda de nuevos destinos para exportar productos más sofisticados. 


 

Autor: REDACCION

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