Editorial

Los mensajes de un récord

El nuevo récord histórico de ventas de autos usados es uno de esos datos que no sólo pintan el panorama de un sector, sino que también ayudan a entender, aunque más no sea parcialmente, una realidad política, social y económica mucho más compleja. Porque saber en qué deciden gastar sus recursos los argentinos define de algún modo el estado del país.

De acuerdo con los datos aportados por la Cámara del Comercio Automotor, la comercialización de unidades usadas en el primer trimestre del año creció un 17,21 por ciento, respecto del mismo período de 2010, alcanzando las 422.951 unidades.

Puntualmente en marzo, las ventas subieron un 5,37 por ciento, a 138.707 unidades, en comparación con igual mes del año pasado. Sin embargo, si compara el tercer mes del año con febrero, hubo una leve baja del 0,15 por ciento, ya que en el segundo mes se habían comercializado 138.912 autos.

A partir de los datos del primer trimestre el presidente de la CCA, Alberto Príncipe, aseguró que la demanda de vehículos no para y es cada vez mayor, y precisó que las cifras que se manejan para el 2011 es de 1.700.000 unidades.

En cuanto al ranking por provincias, la de mayor crecimiento durante los primeros tres meses del año fue Entre Ríos, con una expansión del 26,07 por ciento, seguida por Misiones, con una mejora del 25,59 por ciento, Corrientes -25,34 por ciento-, San Luis -22,6%- y La Pampa -22,37%-. En la otra punta de la tabla, las provincias que menos crecieron fueron Capital Federal, con un crecimiento del 7,42 por ciento, Tucumán -8,6 por ciento-, Catamarca -9,08%- y San Juan -9,54%-.

Precisamente Príncipe destacó que es el interior del país el que “está mostrando el camino a este crecimiento. Es el gran movilizador”, agregando que el sector “se está regionalizando". "Esa situación significa la creación de capitales internos dentro de las provincias, que permiten mantener infraestructuras actualizadas con tecnologías del momento y aggiornarse día a día de acuerdo a los productos que se van renovando", completó.

En ese marco, Santa Fe ocupa un lugar destacado, aunque quizás no tanto como se podría esperar. De acuerdo con los datos de la Cámara de Comercio Automotor, la Provincia está cuarta en el ranking, sólo por detrás de Buenos Aires, Córdoba y Capital Federal, con 38.450 unidades vendidas en el primer trimestre del año, lo que le permite quedarse con el 9,09% del mercado nacional. Si bien los números son más que interesantes, sorprende la diferencia con Córdoba, donde en los primeros tres meses se vendieron casi 49.000 autos –el 11,55% del mercado-, más de 10.000 vehículos por encima de Santa Fe.

Por fuera de estas cuatro provincias, el ranking se completa con Mendoza, Entre Ríos, Chubut, Misiones, Río Negro, Tucumán, Neuquén, Corrientes, Chaco, San Juan, Salta, La Pampa, San Luis, Santa Cruz, Jujuy, Santiago del Estero, Tierra del Fuego, Formosa, La Rioja, y Catamarca.

Precisamente en estas últimas tres provincias se han vendido entre 1.400 y 1.700 usados durante el primer trimestre, muy poco si se tiene en cuenta que sólo en Rafaela durante el año pasado se comercializaron, en promedio, unas 700 unidades por mes –el último dato correspondiente a nuestra ciudad daba cuenta de 7.800 autos vendidos entre enero y noviembre de 2010-.

A partir de todos estos datos, bien puede afirmarse que el “boom” de este sector deja en evidencia que muchos argentinos están intentando resguardar sus recursos en bienes de cuatro ruedas. Ante la imposibilidad, al menos para buena parte de la sociedad, de acceder a un lote o una vivienda, la ciudadanía opta por destinar sus ahorros a la adquisición de autos. Y como los precios de los O Km tampoco están para cualquiera, los usados se presentan como una muy buena opción.

Las ventas de autos usados se mantienen en niveles muy altos y eso, en términos económicos y sociales, es un dato positivo. De todos modos, la muy buena realidad del sector delata que ciertos problemas argentinos, como la falta de acceso al crédito por parte de una porción importante de la sociedad, no han sido solucionados ni por la clase política ni por el empresariado. Es, de algún modo, la historia del vaso lleno y el vaso vacío. En clave argentina.

Autor: Redacción

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