Automotores

Los mejores ómnibus de larga distancia: una opinión

Los accidentes de ómnibus son recurrentes y distan de ser azarosos. El fin de semana último, uno volcó en la ruta 2.

El conductor declaró: "El viento me lo sacó de las manos y mordí la banquina".

Al respecto, Gabriel Tomich, en La Nación, comentó "no sé si fue el viento o no, pero la frase me recordó de inmediato un concepto que un amigo, el ingeniero Gustavo Durán, ex campeón argentino de Rally y experto con 50 años trabajando en seguridad vial y desarrollo de vehículos, me dijo alguna vez: "el problema de los ómnibus de ruta es la falta de peso adelante".

Así, llamé a Durán para ampliar el tema.

 Fue duro: "es criminal seguir fabricando ómnibus de larga distancia con motores instalados detrás de los ejes traseros. Desde los años 80 hubo muchos siniestros por la inestabilidad de estos ómnibus y el transporte de pasajeros sumamente expuestos. Son peligrosos por diseño.

"Cuando por aquellos años se discutía acerca de permitir vehículos de doble piso con motor trasero, en Mercedes-Benz se oponían con razones técnicas irrefutables. Recuerdo al ingeniero Pachamé, de MB, argumentar que el motor detrás del tren trasero hacía inestable direccionalmente a los ómnibus con vientos laterales. La mejor solución era poner los motores en el centro para lograr una óptima distribución de pesos, haciendo al vehículo más gobernable.

"El alto peso del conjunto motriz atrás disminuye la carga sobre el tren delantero. Los vientos laterales sobre los 55 m2 de superficie pueden desviar al ómnibus de su trayectoria.

"Es necesario construir ómnibus seguros con doble tracción delantera, motores en el centro, con mejor aerodinámica y mayor espacio de deformación. Se necesita seguridad activa y pasiva. Disponer en el frente de un área de amortiguación que sirva para llevar las valijas y que el conductor vaya alto, con excelente visibilidad, y que disponga de equipos de visión nocturna y para la niebla, que pueda detectar cualquier elemento 300 metros por delante, etcétera. Todo esto se usa en autos de alta gama y se resisten a instalar y aplicar modernas tecnologías para salvar vidas en los ómnibus.

"En pocas palabras, es hora de revisar seriamente el diseño de los ómnibus...".

Autor: Redacción

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web