WASHINGTON, Estados Unidos, 31 (AFP). - El poderoso huracán Laura dejó al menos 15 fallecidos a su paso por Estados Unidos, mientras que miles de vecinos de Luisiana y Texas se quedaron sin electricidad y agua.

Según los datos difundidos por las autoridades, el número de muertos alcanzó provisoriamente 15, con diez fallecidos en Luisiana y cinco en Texas, los dos estados más golpeados por el huracán.

Las autoridades atribuyeron la mitad de los decesos a la inhalación de monóxido de carbono debido al mal estado de generadores de electricidad dentro de las viviendas.

El gobernador de Luisiana, el demócrata John Bel Edwards, aseguró que Laura es el huracán golpeó con más fuerza al estado en toda su historia, lo que significa que superó el impacto de Katrina, que en 2005 pasó por Luisiana como una tormenta de categoría 3.

Edwards confirmó que el huracán Laura dejó inundaciones de hasta 4,5 metros de altura.

Además, el Departamento de Salud de Luisiana estima que más de 220.000 personas están sin agua y aseguró que la restauración de ese servicio puede llevar semanas o incluso meses, mientras que la reconstrucción completa de los edificios dañados podría demandar varios años.

Entretanto, la web especializada Poweroutage estima que 412.000 personas están sin electricidad en Luisiana y 79.7000 no tienen servicio eléctrico en Texas.

Los daños en Luisiana se estiman entre 8.000 y 12.000 millones de dólares, de acuerdo a las compañías de seguros.

En Texas, el huracán provocó menos estragos entre los ciudadanos pero ocasionó el cierre de plataformas petroleras y una reducción del 84% de la extracción de ese elemento en el Golfo de México, lo que supone casi el mismo impacto que sufrió la producción durante el huracán Katrina hace 15 años, cuando se llegó al 90%.

En Texas y Luisiana, el huracán provocó enormes daños estructurales, destrozó carreteras y causó incendios en viviendas.

El presidente Donald Trump, visitó las zonas más golpeadas por el huracán y se reunió con las autoridades locales de Luisiana y Texas.

En declaraciones a la prensa, vestido con una gorra roja, el mandatario anunció la ayuda federal que aprobó su gobierno para ambos estados con el fin de impulsar su recuperación.