MADRID, 20 (AFP-NA). - Una marea humana tomó este jueves Madrid, al igual que otros miles de manifestantes a decenas de ciudades en todo
el país, para protestar contra las últimas medidas de austeridad
del gobierno conservador español, que prevé la subida del IVA y la
supresión de la paga de Navidad para los funcionarios.
"Por un futuro digno para nuestro pueblo", "Lo público es de
todos", "quiero mi Navidad", se podía leer en las pancartas de los
manifestantes, entre los que se podía encontrar desde policías
hasta bomberos, pasando por administrativos, pensionistas,
estudiantes y todos los demás sectores de la sociedad.
Al grito de "¡Manos arriba, esto es un atraco!", que se ha
convertido en el gran lema de las protestas desde que el 11 de
julio el gobierno anunció una nueva batería de medidas de
austeridad para intentar ahorrar 65.000 millones de euros, los
manifestantes invadieron las principales calles del centro de
Madrid, convocados por los dos grandes sindicatos españoles, CCOO
y UGT.
"No podemos hacer otra cosa que salir a la calle. He perdido
entre el 10 y el 15% del sueldo en los últimos cuatro años", se
queja Sara Alvera, una funcionaria de 51 años, que trabaja en el
Tribunal de Cuentas español.
"Qué Navidad tan fantástica vamos a pasar este año que no habrá
ningún tipo de extra", afirma, por su parte, Paloma Martínez,
funcionaria del ministerio del Interior, de 47 años, que se
muestra convencida de que las nuevas medidas no van a servir para
reactivar la economía.
"Nos suben los impuestos, todo es más caro, si no vamos a
comprar, los comercios van a cerrar, van a despedir a la gente",
afirma, rodeada de un mar de pancartas con el lema "NO" y unas
tijeras dibujadas en la O que se han convertido en habituales
desde que se conoció la nueva batería de medidas, aprobadas este
jueves por el Congreso con los votos del gobernante Partido Popular.
Estas nuevas medidas incluyen una subida del IVA, la reducción
de la prestación para los desempleados a partir del sexto mes, así
como la supresión de la paga de Navidad en 2012 para los
funcionarios con el fin de ahorrar unos 65.000 millones de euros
de aquí a finales de 2014.
El presupuesto del Estado para 2012, que era ya de una
austeridad histórica con la intención de ahorrar 27.300 millones
de euros, no ha sido suficiente y Madrid ha tenido que cumplir con
nuevas exigencias de Bruselas a cambio de un plazo más amplio para
reconducir su déficit público al 3% y una ayuda para los bancos
españoles, de hasta un máximo de 100.000 millones de euros.
"Hacen lo contrario de lo que decían en su programa electoral",
afirma José Ignacio Gil, de 50 años, administrativo en una empresa
privada, inmóvil en una manifestación tan numerosa que la cabeza
ya había llegado a su destino en la emblemática Puerta del Sol y
la cola todavía no había salido de la Plaza de Neptuno, alrededor
de 1,5 km detrás.
Pero según el jefe del gobierno español, Mariano Rajoy, la
situación es tal que el Ejecutivo "desgraciadamente, no puede
decidir entre un bien y un mal, tiene que decidir entre un mal y
un mal peor". Su ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, advertía
este jueves que "no hay dinero en las arcas públicas para pagar
servicios públicos".
Los manifestantes acudieron este jueves convocados por los dos
principales sindicatos españoles, CCOO y UGT, culminando las
movilizaciones espontáneas y convocadas por redes sociales que han
marcado la última semana desde que se conocieron las nuevas
medidas de ahorro, principalmente por parte de los funcionarios.
Bomberos con sus cascos, funcionarios de justicia con chalecos
amarillos, profesores con camisetas verdes, policías, entre otros,
salieron este jueves y han salido en la última semana para mostrar
su protesta.