A pesar de que el consumo de tabaco es decididamente perjudicial para la salud, millones de personas continúan encendido cigarrillos diariamente. Si bien las compañías tabacaleras ya no pueden publicitar en los medios de comunicación y en la vía pública ni pueden patrocinar deportes, la adicción a la nicotina todavía cautiva a millones de fumadores de todo el mundo. Más allá de que se prohibió fumar en lugares cerrados, durante la realización de eventos y en lugares públicos, y del fuerte mensaje que tienen los paquetes de cigarrillos con fotos de personas visiblemente enfermas a causa del cigarrillo, miles y miles siguen iniciando un romance mortal con el "pucho", tal el nombre popular como se lo denomina en la Argentina.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaco causa 8 millones de muertes cada año. Y teniendo la irrupción de la pandemia desde marzo del año pasado, la evidencia publicada este año demuestra que los fumadores tienen mayor probabilidad de desarrollar enfermedad severa con Covid-19 que los no fumadores. En este marco, el coronavirus ha llevado a millones de consumidores de tabaco a manifestar que quieren dejarlo. Dejar de fumar puede ser todo un desafío, especialmente con el estrés social y económico derivado de la pandemia, pero aún así, hay muchas razones para dejarlo, remarcaron desde la OMS. Alrededor de 780 millones de personas en todo el mundo dicen que quieren dejar el tabaco, pero solo el 30% de ellos tienen acceso a las herramientas que pueden ayudarlas a hacerlo.
En la Argentina, fumar mata a 123 personas por día (alrededor de 45.000 al año) y le cuesta al sistema de salud más de $ 196 millones por año para la atención médica de las patologías que provoca, reveló un estudio de modelo matemático realizado por el Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) publicado esta semana por la agencia Télam. Se destaca además que el tabaquismo es la primera causa de muerte prevenible a nivel mundial y sus efectos negativos también se trasladan a la economía.
El equipo de investigación del IECS, una institución académica afiliada a la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), también estimó que, si se aumentaran los impuestos a los productos del tabaco, incrementando su precio 50%, la Argentina obtendría un beneficio económico de $ 590.674 millones, proveniente principalmente del ahorro de costos en el sistema de salud y la mayor recaudación fiscal. Constituye un monto con el cual se podrían construir, por ejemplo, 1.750 escuelas, agrega el artículo de Télam.
Para la Organización Mundial de la Salud, aumentar el precio de los cigarrillos a través de impuestos es la mejor medida para reducir los impactos de esta epidemia, señaló el economista Alfredo Palacios, coordinador de Economía de la Salud del IECS y autor principal del estudio.
De acuerdo con lo reportado por la investigación, aún, considerando un escenario pesimista de potencial comercio ilícito, incrementar un 50% el precio de los cigarrillos a través de impuestos podría salvar 17.440 vidas en 10 años; evitar 74.040 enfermedades; y producir beneficios económicos totales de $ 547.659 millones.
Se calcula que en nuestro país el 29,6% de los hombres y el 20,4% de las mujeres fuma. Y eso no es gratuito para la economía y la sociedad. En este marco, los investigadores del IECS estimaron que el cigarrillo produce cada año en el país 101.736 casos de enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC), 61.470 de enfermedades cardíacas, 32.650 de neumonías, 11.374 de accidente cerebrovascular (ACV) y 19,178 de cánceres, incluyendo 9.513 de pulmón. Asimismo, es responsable de 9.972 muertes anuales por enfermedades cardíacas; 9.153 por enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC); 8.593 por cáncer de pulmón; 5.757 por otros cánceres; 5.144 por tabaquismo pasivo y otras causas; 3.915 por neumonía; y 2.182 por accidente cerebrovascular (ACV). En conjunto, estas cifras representan el 14% de las muertes anuales en el país.
En tanto, la edad de inicio para muchos fumadores se sitúa entre los 12 y 15 años cuando los adolescentes se encuentran en la escuela. Quizás llegó el momento de enfatizar las campañas en las aulas para advertir lo que hace el tabaco a nuestro cuerpo.
Un sondeo de la Asociación Argentina de Tabacología (ASAT) reveló que solo 14% de la población tiene conocimiento sobre el "humo de tercera mano", concepto que se refiere a las partículas que deja el humo una vez que se apaga el cigarrillo y que al interactuar con gases del ambiente genera nuevos elementos tanto o más tóxicos. Las partículas se impregnan en superficies, viajan a través de la ropa de los fumadores y pueden durar hasta meses en el ambiente, donde se absorben a través de la respiración o la piel, señalan desde la entidad.