Editorial

Los contrastes

En tanto se conocen informes respecto al buen momento que afronta la economía mundial, tenemos el fuerte contraste de lo que sucede aquí en la Argentina, donde justamente se produjo un cimbronazo financiero de fuerte impacto que pone bajo sospecha todo lo que se vino realizando hasta ahora  por parte del gobierno de Mauricio Macri, con un gradualismo excesivamente lento que no arrojó los resultados esperados, aún considerando que el estado en que fue recibido el país dos años y medio atrás, fue en realidad calamitoso, lo cual no fue comunicado entonces en la medida que correspondía, sino prometiéndose que "en seis meses" se podía llegar al ordenamiento de las cuentas. 

Vale entonces la pena realizar un repaso sobre las condiciones en que se encuentra la actividad económica en el resto del mundo, donde si bien se destaca el buen momento, especialmente mirando hacia atrás por lo sucedido en los dos últimos años, en cambio se tienen fuertes prevenciones respecto al futuro inmediato. Y fue justamente uno de los economistas jefe del Fondo Monetario Internacional -organismo al cual acudió nuestro país para sostener la economía-, quien al anunciar que el crecimiento conjunto de 2018 será de 3,9% sostuvo también que "el buen momento no durará mucho", pronunciándose en igual sentido Christine Lagarde, la titular del FMI muy conocida por estas semanas en la Argentina, quien aseguró "el panorama mundial actual es brillante, pero podemos ver que se ciernen nubes más negras".

De todos modos, los contrastes siguen dándose de manera constante, pues a pesar del pesimismo de los creadores de políticas que luego son aplicadas en el mundo, sea por convicción o conveniencia, los mercados financieros tuvieron un comportamiento destacado a pesar del par de meses de turbulencias, ya que los valores de las acciones y la mayoría de los demás activos aún siguen alcanzando niveles que no hacen otra cosa que sugerir el crecimiento que continuará todavía un tiempo.

Vistas estas condiciones que existen en la economía mundial y lo sucedido en nuestro país en las últimas semanas, recurriendo al FMI por un préstamo de magnitud que permite un desahogo financiero al menos hasta fines de 2019 y por lo tanto pudiendo afianzar las políticas activas de la economía, será importante que frente a la acechanza de nuevas turbulencias se apresuren las gestiones en marcha para concretar cuanto antes esta financiación, que es mucho más accesible que la que se vino tomando en otros organismos financieros. Claro, que además de la devolución correspondiente, las condiciones del FMI son el monitoreo de las medidas que aquí se vayan tomando, pues la condición básica es el ajuste de las cuentas, lo que aquí se trata de hacer ver como intromisión y liberalismo, pero que en palabras más sencillas no es otra cosa que no gastar más de lo que se dispone, tal como ha venido ocurriendo desde hace varias décadas, provocando periódicamente crisis muy profundas.

En tal sentido debería tomarse el ejemplo de algunos países de la región, como Chile, Uruguay, Perú y Bolivia -entre otros- que pusieron en caja sus gastos, es decir, gastando en el límite de lo posible acorde a sus ingresos, achatando la inflación y creciendo ordenadamente. Es que, mientras en esos países mencionados se aprovechó el ciclo en que el alto valor de las materias primas permitieron ingresos extraordinarios -como aquí sucedió con la soja- para hacer las reformas necesarias y ordenar las cuentas, aquí en la Argentina tuvimos el kirchnerismo, que despilfarró todos los recursos. 

Un motivo de preocupación en el mundo actual son las guerras comerciales, en especial por la inestabilidad que en tal sentido constituye la determinante participación del presidente Donald Trump, quien poco tiempo atrás tuiteó "las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar", aunque sus principales funcionarios a quienes les toca participar, están en absoluta desacuerdo con tales estimaciones, viendo en cambio el riesgo de ruina con las amenazas arancelarias, ya que podría generarse una serie de represalias que trastocarían las cadenas de suministros provocando en consecuencia un verdadero tembladeral del comercio mundial. 

Autor: REDACCION

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