Después de brindar para festejar el crecimiento y los récords de venta y patentamiento de los últimos años, la industria automotriz y de la moto enfrenta una coyuntura adversa en el inicio de 2014, con una fuerte contracción en los niveles de comercialización que obligan a repensar la estrategia anual y ponen en riesgo puestos de trabajo. Desde las Pymes autopartistas hasta las grandes fábricas, pasando por las concesionarias de autos y motos, advierten sobre las consecuencias de este sombrío panorama. 

Recientemente, ACARA, la entidad que agrupa a los concesionarios, alertó que las ventas en febrero registraron una caída de casi 9%, luego de un enero "tibio". Sin embargo, este viernes se sumó otro dato negativo: las ventas mayoristas que las terminales realizan todos los meses a las agencias de autos, exhibió en febrero un desplome del 19%, según números de la Asociación de Fábricas de Automotores (ADEFA).

De esta manera, las plantas instaladas en el país despacharon a los concesionarios unas 54.793 unidades, casi 13.000 autos menos que en el mismo mes del año pasado. "El dato es claramente desalentador, porque ya comienza a marcar una tendencia. Esto se debe a que los despachos a los puntos de venta son una suerte de "termómetro" que marcan y anticipan el ritmo de demanda por parte del público", advirtieron especialistas según publicó el sitio iprofesional.

La devaluación, que disparó los precios de hasta el 30% en modelos nacionales y de hasta el 100% entre los importados- y el encarecimiento del crédito, las ventas comenzaron a disminuir y las agencias están quedándose con un mayor stock de autos, por lo que los pedidos a fábrica bajan por el tobogán. 

El Grupo Volkswagen, cuyos envíos sufrieron una fuerte caída interanual de más del 60% durante el período enero-febrero, fue el más golpeado por la caída de las operaciones. En el ranking de bajas le siguió General Motors (descenso del 35%), Mercedes-Benz (-32% considerando utilitarios), Honda (-23,5%) y Grupo Fiat (-4%), agregó el sitio especializado.