Don Avelino Alberto, una persona ampliamente reconocida de nuestra ciudad, el pasado jueves 19 de este mes cumplió 98 años. Ese día su familia agasajó a la cotidiana mesa del café La Gloria, que él comparte.

En la oportunidad, el escribano Amado Raspo destacó la personalidad de don Avelino, a quien se le obsequió un cuadro pintado por la señora Edith Ruzika de Raspo.

En la ocasión, Raspo dijo "¡Qué moción! poder compartir con don Avelino sus 98 años. Por los muchachos del bar La Gloria, todos presentes, para darle un cordial abrazo, y con sus familiares, testimoniarles el cariño que le profesamos. Es que don Avelino es un fuera de serie, triunfó en la vida en todos los aspectos que actuó, en el deportes, en la comercial y en la familiar. En el deporte practicó tenis hasta bien avanzada edad y cosechado además premios, un sin fin de amigos en todo el país y hasta en el extranjero".

"Con las semillas, mostró que cuando se quiere se puede, fue en su momento abastecedor del Ministerio de Agricultura. 

"En lo familiar, nos legó una familia ejemplar, que lo atiende a cuerpo de rey, por sus merecimientos.

"Don Avelino, entre los muchachos del bar, ya se comentó lo que será cuando cumplas tus cien años, a no aflojar, y esperaremos aquí en el bar, poder seguir contando con su sonrisa que es única, y con tu presencia incomparable. Don Avelino, felices 98 años y un gran abrazo de tus amigos del bar La Gloria. 

"Hasta aquí, la parte formal de mis palabras, ya que luego tuve un ataque de sensibilidad que quiero transmitir. Me lo imagino a don Avelino frente a funcionarios nacionales, cuando le solicitaron qué  título tenía para lograr lo que logró con sus semillas. A edad madura hizo un curso de Agrotécnico, que le permite hasta hoy firmar órdenes y liquidaciones. Me lo imagino también arriba de un tractor trabajando, porque el trabajo fue su mejor escuela; sin fijarse en horarios, ni si el día era lindo o feo, el tema era ¡trabajar! También me lo imagino a don Avelino jugando al tenis en Punta del Este, con una noble francesa; en su vida sumó un montón de amigos y catorce medallas.

"Finalmente me lo imagino jugando con sus hijos y nietos, porque está probado que los hijos y nietos son fruto del ejemplo de sus padres y abuelos; y como broche de este cumpleaños digamos don Avelino es una gran persona, un ejemplo para todos quienes tenemos la fortuna de convivir con él; y repito, preparémonos para dentro de dos años, festejar sus cien años, bien vividos con un caudal de familiares y amigos".