Era 1913 y ese maravilloso invento llamado automóvil había comenzado una revolución que cambiaría para siempre la historia de la humanidad. El mundo se asombraba ante ese vehículo que no necesitaba de animales para moverse.

Hacía 10 años, en 1903, que Henry Ford había fundado su fábrica en Detroit y para ese momento comenzaba a implementar la línea de montaje, lo que aceleraría los tiempos de producción, bajaría los costos y pondría el automóvil al alcance de más y más personas.

La Argentina fue el segundo país del mundo fuera de Estados Unidos donde Ford eligió instalarse. Desde entonces, el óvalo se ganó un lugar de privilegio en el corazón de muchas generaciones de argentinos. Para celebrar estos 100 años llegó a nuestro país Bill Ford, bisnieto de Henry y presidente ejecutivo del directorio de Ford Motor Company.

Recordó La Nación que desde los comienzos, la visión de la compañía estuvo más allá que la simple operación comercial de venta de vehículos. Por el contrario, habían pasado sólo 3 años cuando en 1916, la empresa abrió la primera planta industrial en Barracas. Desde entonces, los argentinos siempre pudieron subirse a un Ford producido en la Argentina.

La compañía creció de manera sostenida y al tiempo que aumentaba la producción subía el número de empleados.

El deporte motor nunca le fue ajeno; el fervor por el Chivo se extendió por todo el país y fueron muchos los que celebraron que en la primera carrera de Turismo Carretera, en 1937, fuera un Ford V8 el primero en recibir la bandera a cuadros. Con la apertura de la planta industrial en Pacheco, en 1961, Ford redoblaba su apuesta por el país y en 1965 abrió las puertas de la Escuela Técnica Henry Ford. Desde entonces egresaron 48 promociones de técnicos electromecánicos. Además, junto con la red de concesionarios, entre 1968 y 1982 construyeron y donaron 41 escuelas rurales.

Hoy, con la producción del Focus y la Ranger, Ford Argentina ratifica su presente y deja en claro cuál es su visión de futuro: seguir en la Argentina por otros 100 años.