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Lluvias complican rescate de las víctimas en Brasil

NOVA FRIBURGO, 17 (AFP-NA). - El Ejército brasileño se sumó ayer a las operaciones de rescate que avanzan a duras penas debido a las persistentes lluvias que devastaron varias ciudades de la sierra al norte de Río de Janeiro y dejaron al menos 626 muertos en cinco días.
La prioridad de los militares y equipos de rescate es llegar a las zonas más aisladas, pero la tenaz lluvia que se inició el miércoles y que continuaba ayer dificulta enormemente las operaciones y pone la zona bajo peligro de nuevos deslizamientos de tierra.
Un equipo de la Fuerza Aérea que debía desplazarse a Brejal, un área donde 80 personas estaban aisladas en el municipio de Petrópolis tuvo que suspender la búsqueda de víctimas este domingo, informó a los periodistas el comandante de la Defensa Civil, coronel Luiz Castro.
"Tenemos dificultades con el clima. Los helicópteros no logran hacer vuelos de larga distancia, las condiciones climatológicas no nos permiten brindar atención a las personas aisladas en las áreas rurales", dijo el coronel Pedro Machado, comandante de los Bomberos de Rio, en entrevista a la radio informativa CBN.
Las dificultades para el rescate por tierra son aún mayores. "Aquí cambió la   geografía. Las carreteras desaparecieron, uno agarra un mapa, y nos encontramos con otra montaña que ni existía, hay que abrir camino para llegar a los lugares", señaló el jefe de los bomberos.
Las lluvias dejaron además a más de 14.000 personas sin hogar y una decena de zonas agrícolas aisladas y los alimentos, agua potable y medicinas comenzaban a escasear. Las Fuerzas Armadas se integraron ayer a las operaciones de rescate. Fueron enviados 586 efectivos militares, 12 helicópteros, unos 74 vehículos y cuatro excavadoras, además de dos hospitales de campaña y generadores de electricidad, informó el gobierno en un comunicado. Además la fuerza nacional del Ejército envió 225 efectivos, entre estos 80 bomberos militares especializados en rescate.
El cuartel general de los militares fue instalado en la Granja Comary, el popular centro de entrenamiento de la selección nacional de fútbol, situado en Teresópolis, un municipio fuertemente afectado por la tragedia que provocó la muerte de 268 personas.
Con 283 muertos, Nova Friburgo, es otro de los municipios más afectados. Allí también llovía este domingo, constató un periodista de la AFP. El secretario de Asistencia Social de Rio de Janeiro, Rodrigo Neves, informó que se han improvisado 70 albergues que acogen a 7.000 personas y el gobernador, Sergio Cabral, decretó estado de calamidad pública en 7 municipios.
Al menos 626 cuerpos han sido rescatados del lugar de la tragedia, informó el domingo la Defensa Civil de Rio, pero el saldo no es definitivo, porque la búsqueda continúa bajo capas de escombros y lodo en esta región, ubicada 100 km al norte de Rio y que era un refugio turístico de montaña de los ricos cariocas.
La presidenta Dilma Rousseff declaró un luto oficial de tres días en Brasil por la catástrofe, que ocurre pocos días después de asumir el poder. En las morgues, muchas improvisadas en edificios públicos, las familias continuaban agolpándose para reconocer los cadáveres, bajo un intenso olor a descomposición cinco días después de la tragedia. 
La secretaria de Salud de Teresópolis, Solange Sirico, advirtió sobre "los riesgos de epidemias" y pidió a la población "evitar beber agua que pueda estar contaminada.

Autor: Redacción

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