Tras 18 años en el poder, Vladimir Putin podrá así consolidarse como "el líder absoluto del Olimpo político" de Rusia, como le calificó su portavoz, Dimitri Peskov, en un generoso pero no exagerado perfil trazado ante los periodistas. El plan del Kremlin era el llamado "70-70", un 70% de apoyo con un 70% de participación.