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Libros y autores: Un gringo llamado López, según Peretti

Por Hugo Borgna

 

Edgardo Peretti es, además de eficaz narrador, un notable diseñador de títulos.

Es el caso de “El gringo López”, publicación reciente (año 2023, Gráfica América, Buenos Aires, de 91 páginas), obra que técnicamente se puede considerar novela, atento que presenta una serie de hechos, donde intervienen distintos personajes los cuales alternan históricamente en un viaje de ida y vuelta alrededor de un eje, en el que se apoya el teatro de las acciones.

Como experimentado autor, sabe que debe llamar la atención desde el título. El lector se encuentra, antes de abrir la acción, con la necesidad de un parpadeo para comprender de qué se trata: si un gringo para nuestra zona es el que tiene ascendencia italiana, ¿qué hace ese apellido merecidamente hispano: López?”

Y por algo el autor lo puso así, llamando la atención; no crean lo que se presenta a primera vista, o lectura. Un panorama distinto a los conocidos por los lectores está a punto de abrirse.

Peretti ingresa decididamente al ámbito de los autores que desarrollan una obra con la técnica del surrealismo. Las realidades que son ficción al mismo tiempo, los quiebres a la lógica y el caprichoso ocurrir del tiempo se ponen de acuerdo para presentar cronológicamente la historia.

Avisando desde el comienzo Edgardo Peretti varía el escenario. Ya no es el terreno personaje de barrio (con aura bien clara, eso sí) sino alguien que abre la mente a la posibilidad de amasar la severa cronología.

La acción transcurre en los límites. El lugar físico es un poco fuera de la zona urbana. Temporalmente en la fracción de segundo que hay en la inspiradora de fantasía que es la medianoche en punto, puntual y divisoria de las sensaciones.

A esta altura de la novela, se nota un sabio manejo de la ambigüedad. ¿Dejó Peretti el ámbito del barrio? ¿O está considerando que el espacio donde transcurre “lo que está vivo” es una forma distinta de gran barrio universal?

Peretti convence, mediante la frescura de su relato. Invita a continuar para saber como se resolverá la cuestión donde lo atemporal está haciendo el mejor tiempo de la carrera por la existencia.

Puede ya hablarse de maestría. Ingresó al momento en que siente que la voluntad es un personaje principal de la tarea de escribir. Para graficar ese despegarse de lo concreto que dicen los nombres, designa con nombres derivados a sitios que son “como” países y un emprendimiento que es un punto de partida para la historia que se cuenta y un sitio de cierre para una emblemática y lejana industria “local”: la River.

Gocen, lectores, de esta novela (con todos los elementos necesarios) y con el verosímil espacio donde Peretti (ahora sí podemos decirlo de este modo) genera amplitudes sujetas (eso sí, también) a la necesaria libertad como casa de todo lo creativo.

Autor: 440041|

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