Editorial

Libertad de expresión

Otra de las herencias que deja el kirchnerismo es la muy mala en libertad de expresión. En los últimos 12 años, la prensa en la Argentina vivió su período "más adverso desde el regreso de la democracia". Así comienza el duro informe que difundió recientemente la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) durante su 71a. Asamblea, en el que cuestionó los constantes embates del gobierno nacional a la libertad de expresión y llamó a que, con la llegada del nuevo gobierno, se abra una instancia de diálogo.

Leído por el titular de la Comisión de Libertad de Prensa de ADEPA, Carlos Jornet, en la asamblea que tuvo lugar en la ciudad de Charleston, Estados Unidos, el informe de cuatro páginas enumeró en detalle algunas de las estrategias del gobierno kirchnerista para limitar el ejercicio del periodismo independiente en todo el país, cuestionó los gastos millonarios de las arcas estatales en la propaganda oficial, el uso indebido de la cadena nacional y la utilización de los medios públicos como instrumentos políticos.

En una larga lista, el escrito criticó el "uso de recursos públicos para montar gigantescos aparatos comunicacionales destinados a la deslegitimación del periodismo independiente y de la oposición; la partidización de los medios públicos; la distribución discriminatoria de la pauta oficial, y la sanción de leyes específicas para desarticular a medios críticos y favorecer a voces oficialistas".

También subrayó "la utilización de los organismos de control y de los servicios de inteligencia para presionar, intimidar y espiar; la negativa a brindar información a periodistas críticos, y el discurso oficial estigmatizante para los periodistas".

Las 40 oportunidades en las que la presidenta Cristina Kirchner hizo uso de la cadena nacional (con la de ayer van 44 cadenas a lo largo de 2015) con fines proselitistas en lo que va del año también fueron uno de los ejes de la evaluación de la asamblea. "Buena parte (de las cadenas nacionales) fueron empleadas para destacar su gestión, alejándose de lo establecido por la ley de medios sancionada durante su presidencia, que prescribe el uso de esa herramienta «en situaciones graves, excepcionales o de trascendencia institucional»", sostuvo el informe.

A los constantes ataques contra la libertad de prensa se suma, según la SIP, el gasto en "difusión y propaganda oficial del Estado nacional", que sólo en el segundo mandato de la Presidenta alcanzará "un monto cercano a los U$S 900 millones al tipo de cambio oficial", al tiempo que destaca que la suma que se destinó hasta ahora al programa estatal Fútbol para Todos -con el Estado como anunciante "casi exclusivo"- es aún mayor.

En tanto, el dinero destinado a propaganda sumó en el primer semestre de 2015 U$S 145 millones y, según la evaluación, "su arbitraria asignación respondió, en gran medida, a intereses electorales y actuó como combustible indispensable para medios alineados con el discurso oficial".

Jornet (de La Voz del Interior de Córdoba, quien estuvo en setiembre en Rafaela para la asamblea de ADEPA) también mencionó casos de ataques a la libertad de prensa que tuvieron lugar en el interior del país, como en Rosario, Chubut, Tucumán, Córdoba, Salta y Junín, provincia de Buenos Aires.

Hacia el final del comunicado, el organismo sostiene que el 10 de diciembre asumirá el gobierno "una nueva gestión", que "podrá atender las asignaturas pendientes en materia de libertad expresión", y reclama la sanción de una ley de acceso a la información pública, la regulación de los destinatarios de la pauta oficial y la revisión de las "disposiciones discriminatorias en materia impositiva que recaen sobre los medios gráficos".

En su llamado a los próximos gobernantes, Jornet pidió que los medios públicos no sigan siendo "usados como instrumentos políticos de los gobiernos de turno y las conferencias de prensa tienen que volver a integrar la dinámica democrática".

Por último, remarcó que los embates contra los medios, que caracterizaron la actitud de los gobiernos kirchneristas desde 2003, deben ser reemplazados por "un discurso que apueste al diálogo y a la convivencia armónica entre los argentinos".

Esta denuncia debe hacer reflexionar especialmente a los candidatos a presidente en las elecciones dentro de pocos días. La clave pasa por defender la libertad de expresión o la negación de la misma, como pregonó el kirchnerismo en 12 años en el poder. 

Autor: Redacción

Estás navegando la versión AMP

Leé la nota completa en la web