Suplemento Economía

Las redes sociales y los “nuevos” consumidores

¿Qué estoy pensando? Que indudablemente iba a llegar el momento en el que le dedique este espacio a las tan presentes y humanizadas redes sociales. Me gusta y por eso quiero compartir esta columna. Debo confesar que al principio de su existencia no quería saber nada con pertenecer a este mundo, pero después me di cuenta a lo que “no estaba perteneciendo”.

El simple hecho de no estar me hacía estar presente, en otros muros, en fotos que publicaban y en eventos que me perdía la invitación. Fue ahí cuando advertí que la manera en la que se relacionan las personas, los consumidores, y por supuesto el mercado había cambiado.

De repente, por mi profesión y por mis actividades relacionadas con la comunicación, existía una demanda de información en mi interior que sólo la podía resolver estando y perteneciendo. Sumando amigos -no en el concepto tradicional- en las plataformas virtuales.

Comencé con mi muro en Facebook, luego creé tres fan page (páginas dentro de facebook), pertenezco a cinco grupos privados, sigo a varias páginas, y luego ya pasé a Linkedin, Pinterest y seguí investigando.

El proceso de las empresas fue similar. En un momento tuvieron que tomar la decisión de pertenecer a las redes sociales. Es que el consumidor, al que se lo rotula como “amigo” o “contacto” pasó a tener una participación mucho más activa, más influyente y por supuesto con mucho más poder. Cambiaron las tendencias, las modas, las formas de relacionarse y con ellas el nivel de negociación y relación con los productos y las empresas.

Las organizaciones, entonces, se vieron inmersas en esta nueva ola de comunicación y tuvieron que adaptar sus recursos y generar las herramientas necesarias para llegar a este mercado. Y estar presentes.

Existen algunos condicionantes que hicieron al desarrollo y aceptación de estos recursos sociales, el avance de internet en los hogares, la búsqueda permanente de información y el acceso fácil a ella, la portabilidad tecnológica, la creciente necesidad de estar todo el tiempo conectado y, por supuesto, las nuevas generaciones que nacieron con una computadora debajo del brazo.

Algunos ya presentan las redes sociales como el siguiente cambio importante luego de la revolución industrial, por lo tanto la adaptación a este nuevo escenario es hoy casi una obligación ineludible.

Para lograr llegar al consumidor hay que estar donde ellos están, moverse en los círculos que frecuentan y analizar las tendencias que se vienen. Pero además, como estrategia principal, creo que una de las más importantes es generar este vínculo constante con quien consume nuestro producto o servicio, lograr conocer sus gustos y prioridades. Detenerse en su perfil, en sus preferencias, en todo dato que permita captar su interés.

En un video muy interesante llamado “Did You know”, que obviamente se encuentra subido a una red social de videos, se revelan datos increíbles sobre el progreso y la evolución de este fenómeno. Así, se detalla que la radio tardó 38 años en tener 50 millones de seguidores, la TV 13, internet 4, el ipod 3, mientras que Facebook logró llegar a los 100 millones de usuarios en tan sólo 9 meses.

De la misma manera, destaca que el segmento de mayor crecimiento en Facebook es el de las mujeres de entre 55 y 65 años, que uno de cada seis estudiantes de educación superior tienen sus curriculums online y que en el marco de los 200.000.000 blogs que existen en el espacio virtual, el 54% de esos bloggers postean un contenido o suben un tweet diario.

Como estos, surgen casi instantáneamente muchísimos datos de interés de la web y de las redes sociales que se han transformado en generadoras permanentes de consumidores 2.0, grandes impulsoras del boca a boca, en este caso digital. Por esto y más aún, la reflexión y el análisis sobre los objetivos y estrategias a emplear de parte de las organizaciones son quizás uno de los desafíos más grandes para los departamentos de comunicación y marketing.

A gran escala, corporaciones sin restricciones en sus presupuestos de marketing, publicidad y comunicación apuestan a consolidar sus marcas pero también a comunicar promociones puntuales. Tomemos el caso de la automotriz italiana Ferrari: tiene más de 9 millones de personas que le gusta su Face, sube noticias del equipo que participa en Fórmula 1, videos, comentarios diversos y claro está fotos de sus increíbles coches en escenarios no menos increíbles. La marca de lujo Louis Vuitton también tiene más de 9 millones de fans en su plataforma concebida a puro glamour. Más modestamente, en Argentina la cervecera Quilmes supera los dos millones y la pantalla de los graduados, es decir Telefé, bordea los 400 mil.

En Rafaela pequeños emprendimientos también decidieron promocionar su oferta de bienes y servicios a través de su red de amigos. Tiendas, estéticas, regalerías, artesanías y decoración infantil son algunos ejemplos de quienes procuran aprovechar la red social para consolidar su emprendimiento. En algunos casos porque optimizan su política en los medios (en cuanto a publicidad se refiere) o en otros porque no tienen otra opción ante la falta de presupuesto para desarrollar campañas en medios tradicionales.

Lo que está fuera de discusión es que el avance permanente, la innovación y la creatividad son puntos a tener en cuenta para sorprender e impactar en este “mundo social” cada vez más interesante y novedoso.

Autor: Evelin Olivero

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