BOGOTA, 22 (AFP-NA). - Quince militares murieron el
sábado en una emboscada de las FARC en el departamento de Arauca
(noreste), anunció este domingo el presidente colombiano Juan
Manuel Santos, quien prometió redoblar la ofensiva contra la
guerrilla a la vez que pidió al país comprometerse con los
esfuerzos de paz.
"Nuestros corazones están con las familias de los quince héroes
de la patria que sacrificaron sus vidas en Arauca por la
tranquilidad y la seguridad de sus compatriotas", dijo Santos
desde esa región a la cual viajó con el ministro de Defensa Juan
Carlos Pinzón.
Según Santos, los militares que custodiaban un oleoducto fueron
atacados por unos 70 guerrilleros del frente 10 de las FARC, de
los cuales doce fueron capturados.
Entre los guerrilleros capturados, cinco están heridos.
"Estos ataques no son el camino. Serán enfrentados con
contundencia", enfatizó el mandatario, que desde 2012 lleva a cabo
un diálogo de paz con las FARC en Cuba, pero sin que en Colombia
se haya acordado un cese el fuego bilateral.
"Sé que para el pueblo colombiano a veces es confuso, ¿cómo así
que hablamos de paz y se están disparando? Esas son las
condiciones", indicó.
"Di instrucciones a nuestras fuerzas para que no dejen de
disparar un solo instante hasta llegar al fin del conflicto",
añadió el mandatario.
El ataque de Arauca ocurrió el mismo día en que seis
guerrilleros de las FARC y cuatro militares murieron en combates
en el departamento de Caquetá (suroeste) y mientras en Bogotá se
conmemoraba el 203 aniversario de Colombia con un desfile militar.
En mayo pasado, otra emboscada de las FARC en el departamento
Norte de Santander (noreste) provocó la muerte de once militares.
Los golpes a las fuerzas militares colombianas se producen a la
vez que el presidente Santos ha hecho una importante defensa del
proceso de paz, muy criticado por su predecesor y exaliado Alvaro
Uribe.
El viernes pasado, las FARC anunciaron que mantienen como rehén
desde hace un mes a un militar retirado estadounidense, a quien
ofrecieron entregarlo a una comisión humanitaria como un "gesto"
en el marco del proceso de paz.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) ya comenzó a
establecer contactos para facilitar su liberación.
Santos, que hasta ahora no se ha referido a ese secuestro,
evocó este domingo su discurso de la víspera ante el Congreso, en
el cual aseguró que Colombia está ante una "oportunidad real" de
lograr la paz y pidió la unidad del país para alcanzarla.
"Ayer dije que me la jugaba por la paz, y me la juego. Ese es
el sentimiento que tengo. Toda Colombia debe jugársela por la paz
para que los hechos que ocurrieron en las últimas 24 horas nunca
vuelvan a ocurrir", enfatizó.
"Ojalá (los guerrilleros) entren en razón y lleguemos al fin
del conflicto lo más pronto posible, porque son ellos quienes más
van a sufrir las consecuencias", añadió.
Colombia padece desde hace 50 años un conflicto armado en el
que han participado también otras guerrillas de izquierda,
paramilitares de derecha y agentes del Estado, con saldo de
600.000 muertos y más de 4 millones de personas desplazadas por la
violencia.
Las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia),
fundadas en 1964 y con unos 8.000 integrantes en la actualidad,
son la guerrilla más antigua de América Latina.
En Colombia se encuentra activa también la guerrilla
izquierdista Ejército de Liberación Nacional (ELN), con unos 2.500
combatientes, que hasta ahora se mantiene al margen del proceso de
paz.
Las delegaciones de paz del gobierno y de las FARC tienen
previsto reanudar su ciclo de conversaciones en La Habana el
próximo 28 de julio.
El proceso de paz de Colombia cuenta con el apoyo de Cuba y
Noruega como países garantes y de Venezuela y Chile como acompañantes.