Ante la continuidad de la recesión en la economía argentina, y sin garantías de que las cosas mejoren en el corto plazo a partir de las fluctuaciones de los mercados internacionales y de la incertidumbre por el escenario electoral nacional, el sector comercial se encuentra al borde de una cornisa en la que no todos logran permanecer y requiere urgentes medidas para sobrevivir a la crisis. En tal sentido, la solución más fácil siempre es reclamar al Estado medidas proactivas que alienten el consumo, lo cual es muy difícil en una instancia de ajuste como en la que navega actualmente el país. Por tanto, son los propios comerciantes los que deben agudizar el ingenio, apelar a la creatividad y poner manos a la obra si es que realmente quieren transpirar la camiseta antes de tirar la toalla.
Así las cosas, se advierten distintas acciones en busca de mejorar los niveles de venta y así lograr ingresos que permitan pagar a los proveedores y los gastos fijos, desde el alquiler hasta los servicios y los impuestos. Y el personal en caso de tener. Con consumidores en una posición defensiva que no están dispuestos a convalidad cualquier precio para comprar lo que quieren o necesitan, y que están a la caza de ofertas, descuentos y promociones, el comercio debe echar mano de una ingeniería para poder vender. Desde recortar márgenes de rentabilidad para bajar precios hasta diseñar planes de financiamiento que sean percibidos como beneficiosos por los clientes.
En Rafaela, se realizó con buenos resultados el Gran Outlet en el que participaron un grupo de negocios asociados al espacio Paseo del Centro. Primero se instaló un concepto en torno a la acción, es decir se anunció que todos ofrecerían mercaderías con descuentos superiores a los normales para captar el interés de los consumidores, y luego se desarrolló una estética especial para crear un clima especial y mejore la bienvenida a la gente al centro. Se trata de romper con lo habitual y diferenciar con una propuesta excepcional desde los precios hasta el formato estético.
El Gran Outlet se colgó, de alguna manera, de lo que fue una nueva edición a nivel nacional del Hot Sale, que si bien está restringido al comercio electrónico lo que hizo fue despertar a los consumidores de un letargo en el que se sumieron ante la falta de incentivos y la pérdida del poder adquisitivo del salario. Inicialmente las grandes cadenas de electrodomésticos y las tiendas virtuales especializadas en tecnología fueron las que abrieron el camino con las estrategias Hot Sale, aunque con el correr de los años se fueron sumando negocios tradicionales e incluso los supermercados.
Por eso no sorprende que en un año difícil, raro incluso porque la crisis altera los perfiles de los consumidores, los productos más vendidos estén ligados a los alimentos y no a los tecnológicos. Según la Cámara que agrupa a las empresas de comercialización electrónica, la facturación por el Hot Sale de este año alcanzó un incremento del 100 por ciento con relación a la edición de 2018, mientras los productos más vendidos por minuto fueron calzado, herramientas y azúcar. El sondeo destacó que, por minuto, fueron vendidos 19 pares de calzado, 14 herramientas, y 13 kilos de azúcar. También fueron muy demandados los juguetes, productos de bebés y celulares. Precisó que otra categoría de marcado crecimiento es la de Alimentos y Bebidas, cuya facturación creció un 120% y un 90% sus ítems vendidos.
¿Cómo se explica que en medio de la crisis económica, el producto más vendido por unidad en la edición de este año del Hot Sale fue el kilo de azúcar? Quizás refleje el momento del país, con tantas personas a las que le cuesta llenar el changuito en el supermercado con artículos de la canasta básica. Las pistas están en un sondeo difundido por Mercado Libre dio a conocer datos respecto del comportamiento de los consumidores en la nueva edición del Hot Sale, el cual reflejó un crecimiento en la demanda de productos de almacén, los cuales tuvieron un marcado ajuste en sus precios por la inflación. Según los últimos datos del INDEC, el rubro de Alimentos y bebidas no alcohólicas fue uno de los que más se encareció al acumular un aumento de 66,2 por ciento en los últimos doce meses.
Al menos la decisión del Gobierno nacional de reimpulsar los créditos de la ANSES es una medida en busca de una reacción del consumo. Durante el primer mes de vigencia de este programa, el organismo entregó 122.769 créditos a santafesinos mientras que en todo el país se otorgaron más de 1.440.000 en el mismo período de tiempo. Se trata de préstamos que están destinados a jubilados y pensionados, familias que cobran asignaciones y titulares de PNC y PUAM. Todo parace servir en la lucha contra la recesión, pues esperar con los brazos cruzados puede ser fatal.