BRASILIA, Brasil, 30 (EFE). - Bruno Covas, de 40 años, dio un nuevo paso para emular la carrera política de su idolatrado abuelo, Mario Covas, al ser reelegido ayer como alcalde de San Pablo, la ciudad más populosa de Brasil y Sudamérica.
Elegido ahora como cabeza de cartel, Bruno Covas liderará los próximos cuatro años el principal polo económico y cultural de Brasil, pero también una metrópolis que afronta graves problemas de tráfico, precariedad de vivienda, contaminación y violencia.
Su holgada victoria frente a Guilherme Boulos, el líder emergente de la izquierda, eleva su peso político en Brasil como una de las principales voces opositoras al presidente Jair Bolsonaro.
Mientras tanto, Eduardo Paes, un carioca impulsivo con fama de trabajador, fue elegido ayer alcalde de Río de Janeiro con la promesa de reactivar la "cidade maravilhosa", sumida en una crisis económica y social luego de los Juegos Olímpicos de 2016 y que tocó fondo con la pandemia.
El exalcalde (2009-2017) se impuso con holgura en la segunda vuelta de las elecciones municipales de ayer, con el 64,41 % de los votos, casi el doble que los obtenidos por Marcelo Crivella (35,59 %), el pastor evangélico que ocupaba el cargo en la actualidad y esperaba ser reelegido.
Paes, afiliado al partido centroderechista Demócratas, ganó la Alcaldía a los 51 años en una especie de premio consuelo, luego de haber sido derrotado en la disputa por la Gobernación del estado de Río de Janeiro por Wilson Witzel, durante el acto eleccionario celebrado en 2018.